Ilusiones confusas, Fantasías rojas

Título: Ilusiones confusas, Fantasías rojas

Parejas: Takamiya x Izumi / Aoe x Naoya = Aoe x Izumi

Genero: Sobrenatural, AU

Advertencias: Lemon, Mpreg
Fic escrito para el concurso del aniversario 6 de blueye.

Disclaimer: Love Mode pertenece a Yuki Shimizu, publicada por Be-Boy Comics

Personajes: Reiji Aoe, Naoya Shirakawa, Izumi Sakashita, Katura Takamiya

Los días pasan rápidamente haciendo que las personas tengan un millón de ideas que se juntan en un universo donde nadie las pueda escuchar, en un minuto puedes tener diez ideas, en una hora seiscientas y en un año tendrías cinco millones doscientos cincuenta mil aproximadamente. Todas las ideas son completamente diferentes ninguna es igual a la anterior, pero no todas son buenas menos aquellas que están basada en una fantasía, el universo es demasiado caprichoso haciendo travesuras a aquellos que decidieron pecar mas allá de la ilusión. Izumi Sakashita un joven de veinte años se dio cuenta de ello luego de un suceso que dejo una marca en su vida, una que jamás podrá borrar y que tal vez no desea hacerlo.

En una suave cama un joven de cabellera oscura se veía despertar, se desperezo dejando relajar su musculo disfrutando de su despertar, pero el gusto no duro demasiado la sabana se deslizo gentilmente por su piel cayendo hasta su cintura cuando se incorporo, así reflejo la desnudes de su torso y si siguiera su huida demostraría que continuaba su desnude. Aquello ya no le era tan molesto al menos eso trataba de pensar de cierta forma para su tranquilidad mental, su vista se alzo viéndose reflejado en el espejo que se extendía con gran respaldo frente a la cama, dejando pequeñas puerta abrir haciendo que se viera aun mas acho de lo que ya era.

-¡TAKAMIYA!-

El grito se escuchó por toda la habitación, se vio levantar con enojo olvidando su desnude completamente, cuando corrió hacia la cocina donde se escapaba los olores de un desayuno en preparación era la evidencia de que su amante allí se encontraba, se vio frente a frente a ese hombre que con los años seguía igual, no, eso era un error ahora era mucho mas apuesto, agito su cabeza volviendo a su enojo.

-¡Tu pervertido, te dije que cerrara siempre ese espejo...!-

-¿Por qué?-

La cuestión se deslizo por los labios de aquel hombre mayor tan bien parecido, siempre siendo él, con esa sonrisa que parecía a la de un niño, pero que ocultaba un gran pervertido se sintió abrazar por aquel hombre sintiendo el roce de su brazos sobre su cintura, los colores se le subieron al rostro a recordar que por el enojo no reparo en tomar algo para cubrirse.

-Ahn... ¡Tú maldito pervertido, suéltame!-

Ante la demanda nada se escuchó mucho menos se vio obedecer, sus labios viajaba por aquella tensa piel dibujando el camino que una de esas noches había recorrido, alzo a ese perfecto cuerpo sentándolo en la mesa donde el desayuno debía servirse, teniendo así mayor participación en su cometido, lentamente los besos se dibujaron en los pectorales de Izumi, lamiéndolo hasta verse carcelero de unos de los pezones, chupándolo con tanto deleite que podía jurar que el sabor de aquella tetilla era lo mas exquisito del universo.

Los gemidos nacía de la boca del mas joven, era una verdad que no podía escapar de aquel hombre, su cuerpo ya era un traído que sucumbía ante cada una de las caricias que por mas mínima que fuera le hacia sentir un cosquilleo que imploraba seguir presente, era como si Takamiya hubiera lanzado un hechizo que provocaba que el mas joven no pudiera negarse, aquello lo confirmaba cada vez que se entregaba a él sin menos peros.

Era un hecho que jamás podría escapar de aquel hombre que lo había hecho homosexual y un pervertido. Ahora lo confirmaba a estar allí gimiendo, y abriendo las piernas para que su amante se acomodara entre ellas, era tan descarado a mostrarse así con los ojos entrecerrado con pequeñas lagrimas que escapaba del placer, un gemido al aire dejo escapar cuando sintió aquel pene tan caliente y palpitante entrar a su interior, se aferro a aquella espalda que desnuda se encontraba ya, había arrancado la camisa que llevaba el mayor sin ningún deparo.

-¡Tonto!, ¡Tonto!-

Se escuchó en la sala de aquel departamento rompiendo aquellas imágenes de una entrega en la cocina, su consciente lo traía nuevamente al presente luego de recordar como fue su despertar y su desayuno. Había sido realmente un tonto por caer ante Takamiya una vez mas, suspiro pesadamente recostándose en el sofá mirando el techo como esperando que allí se encontrara una solución a su debilidad, pero no había respuesta, al menos podría disfruta de su tarde ya que el mayor había salido con su amigo Aoe.

-Reiji Aoe-

Sus labios dejaron escapar aquel nombre en un susurro como invocando al dueño de dicho nombre, se levanto de golpe quedando sentado, sus ojos estaba abierto de par en par como si un fantasma hubiera visto, cuando dijo ese nombre sintió un cosquilleo en el estomago, era casi como aquel sentir cuando pensaba en Takamiya, no, su mente estaba jugándole una mala pasada, era porque apenas había recordado su mañana, si era eso, así que dejo escapar de nuevo ese nombre, pero sintió aquel cosquilleo mas intenso deslizándose por su cuerpo haciéndole fluir un calor.

A su mente se vio invocar aquella vez cuando fueron a jugar billar, bueno en realidad fue para celebrar su primer aniversario como siempre lo hacia ver Takamiya, la imagen que invoco fue cuando Aoe atrajo a Naoya luego del ataque de aquellos bandoleros, esa imagen tan carismática de aquel demonio cuando lo atrajo a su pecho preocupado, ese momento le hizo sentir envidia deseaba querer se él quien Aoe protegía, se había enamorado de esa escena.

-Pero que estupideces estoy pensando, ese demonio sólo nos quería engañar, si así es, ese tonto de Aoe Reiji, lo odio.-

Sus palabras ahora sonaba tan falsas, ya no decía esas misma palabra con tanto odio como al principio, ahora había un sentimiento oculto tan repetir aquel nombre, no supo cuando fue, pero su mano se había mentido en su pantalón y rodeo su hombría, empezando a masturbarse, haciendo deslizar lentamente su mano de arriba a abajo, y la otra se vio pasar bajo su camisa acariciando su torso, pasando a jugar con sus pezones, dejando escapar ese nombre en gemidos nacientes. Estaba claro que empezaba a sentir deseo por ese demonio, deseando se poseido por él al menos una vez, imaginando que llegaba allí en ese momento y lo tomaba con violencia. Si, lo admitía quería se violado por ese demonio.

-¡Aoeeee!-

Se escucho escapar la identidad de su "amante secreto" dejando la macha en su mano, aquella evidencia de que había llegado a clímax por esta fantaseando con otro hombre que no era Takamiya, se enojo consigo mismo, dejando un suspiro pesado fue a tomar un baño para borrar la evidencia de su pecado.

El día fue completamente aburrido, no había tenido nada que hacer sin Takamiya cerca su rutina era demasiado lenta, la noche ya caía en la ciudad salió al balcón mirando el cielo aquel que dibujaba las estrellas, a su mente se invocaron todos sus pensamiento sobre sus cambios en esos últimos años, miró hacia la luna que salía con gran fulgor detrás de una nube nocturna, esta estaba en toda su armonía, era una perfecta luna llena, aunque su color no era plateado se veía en un carmesí que lo hipnotizo.

-Desearía dormir con él al menos una vez.-

De sus labios escaparon aquellas palabras mientras pensaba en aquel demonio de sangre fría, aquella luna tan perfecta lo invoco a su mente, su pensamiento escapo libremente con el viento llegando allí donde un ser de la noche se veía caminar.

-Que así sea.-

Una voz fría sin ninguno tono se revelo en la oscuridad de la noche, sólo se dibujo la silueta de un hombre con gabardina negra que siguió sus pasos luego de mirar hacia donde aquellas palabras venia, siendo así sólo una ilusión para la nada. Izumi siendo ignorante de que su deseo había sido escuchado decidió descansar, lentamente se vio subir en la cama invocando el descanso luego de cubrirse con la cálidas mantas sin desear esperar mas a su amante, Takamiya esta vez había tardado demasiado así que no le haría caso aunque llegara con una sorpresa, con esa amenaza en su mente quedo profundamente dormido.

~*~
La mañana llego a un departamento lujosos, pero a la vez algo impersonal en las paredes no había ningún cuadro, sólo se veía un reloj que marcaba continuamente su tic tac, el sofá con gran coordinación se veía ordena un espació de descanso, siguiendo el recorrido visualizando un comedor, así continuaba con discreción perfectamente ordenados los espacios.

En el dormitorio se mostraba una cama de amplio tamaño donde las sabana cubría una figura que se veía en un cómodo descanso, apenas se dejaba ver su oscura cabellera, se vio levantar dejando escapar un bostezo, se vio tallar los ojos deseando mirar mejor notando que a su lado nadie descansaba, miró hacia enfrente como deseando verse, pero no se vio reflejado así que sonrió esta vez Takamiya había cerrado el espejo. Se levanto saliendo de la habitación sin darse cuenta que muchas cosas habían cambiado, abrió la puerta pasando a seguir por el pasillo buscando la cocina, pero esta no estaba la puerta donde debía de estar había una gran pared.

-¡La cocina desapareció!-

Grito asustado por ver que su cocina no estaba, empezó a caminar de un lado al otro como si así apareciera la cocina, pero cada vez que volteaba hacia el lugar donde debería estar seguía viendo aquella pared, voló a gritar lo mismo.

-Mocoso deja de gritar.-

Aquella voz fría sólo se la conocía a alguien volteo lentamente mirando allí el causante de su pesadilla, bueno no era exactamente pesadillas, pero eso no estaba en debate ahora lo miro, su mano se alzo señalándolo.

-¿Tu que haces aquí?-

-Se dice “Buenos días”-

-¿Cómo que buenos días?-

-Al parecer te deje muy cansado ya que aun pareces dormido.-

No entendía nada de lo que Aoe decía, acaso aquello era una broma de Takamiya por no esperarlo, no, eso no podía ser, él no era para nada malo, claro porque no lo pensó antes, seguía dormido y era por eso que estaba pasando eso, se vio regresar sobre sus pasos volviendo a la cama, a subirse sobre ella se cubrió tratando de dormir para despertar de aquella pesadilla.

-¡No pasa nada!-

Se escuchó gritar con desesperación viendo que aunque hiciera eso y después de un rato abriera los ojos seguía estando en aquel lugar, vio hacia la puerta notando la imponente figura de Aoe que lo miraba con burla, acaso se le hacia tan divertido su desesperación, le aventó el de reloj que descansaba en el buró, pero este no pareció hacer efecto sobre él otro pues lo esquivo haciendo que saliera a estrellarse en el pasillo.

-Me pagaras por ese reloj mocoso.-

Se escuchó decir en su habitual tono de voz cuando camino hacia la cama, se vio sentar en la orilla de esta mirando al que descansaba allí, sin ningún titubeo o palabras se acerco a los labios de Izumi besándolo con tanta demanda que hizo que este cayera hacia atrás, el mayor aprovecho eso pasando a colocarse sobre él, su mano se vio descansa al costado opuesto de donde se encontraba inclinándose mas sobre aquel cuerpo, profanando la cavidad del joven aprovechándose de su sorpresa.

Izumi se había quedado en shock a sentir aquel beso se dejo manejar por el mayor por unos segundos, en aquello instante se sintió fuera del mundo, sintiendo aquella lengua profanar su boca se vio atraído, correspondió a aquel beso mientras sus brazos con vida rodearon el cuello del mayor profundizando el contacto, sin darse cuenta de si mismo empezó a excitarse de sobre manera, disfrutaría de ese sueño hasta el final ya que no lo dejaba despertar.

-ah… N…- El agitar de su respiración se empezaba a notar sintiendo como su corazón empezaba a latir desfrenadamente, su manos se vieron juntar donde se unían los botones de aquella camisola, en paso torpes empezó a abrirla, mientras permitía que Aoe lo despojara de su pijama, su pantalón ya estaba deslizándose por su piernas junto a su ropa interior.

El tiempo se había detenido o iba demasiado rápido, no lo sabia simplemente era consiente de que ya no escuchaba mas el tic tac, ahora se veía completamente desnudo a igual que Aoe saboreando un beso mas pasional, mientras sus pieles se rozaba, lo tenia entre sus piernas sintiendo sus hombrías rozarse haciendo que una corriente eléctrica surcara por su cuerpo.

-… Hazme tuyo.-

Sus voz apenas escapo tratando de juntar las palabras de una sola vez, sus ojos nublados por el placer miraba aquel hombre de cabellera oscura y tez clara, su vista viajo por aquel torso bien delineado bajando lentamente hacia el sur donde dibujaba el abdomen, siguiendo esa imagine tan varonil encontrándose con aquella hombría que estaba en todo su apogeo, gimió por el deseo de ver aquel pedazo de carne tan tentador.

-Por favor… Te deseo ya…-

Volvió a implorar en ese instante sin reserva, desconociéndose así mismo, pero realmente estaba excitado llevándolo hasta la locura de la lujuria. Aoe sonreía como esperando verlo aun mas desesperado, apenas tomando uso de su fuerza se vio incorpora se acerco a los labios del mayor los cuales beso con delirio, acariciando su brazos.

Movió su pelvis contra la ajena haciendo que sus hombrías se rozara provocando arrancar un gemido de su parte, empujo a Aoe hacia la cama dejándolo prácticamente sentado, colocándose sobre él sintiendo su pene rozarse contra su nalgas, haciendo que gimiera con desesperación, con ayuda de su mano se ayudo para auto penetrarse con aquel pedazo de carne.

-Ahgg-

Un quejido se escapo de sus labios a meterse aquella hombría de una sola embestida, sus manos ya aferraras a los hombros del mayor se vieron clavar allí dejando una herida en aquella piel, se vio estar quieto sintiendo tan palpitante excitación en su ser, el dolor aun era presente había sido muy osado a penetrarse sin siquiera antes permitir que lo prepara.

-Muévete.-

Ordeno el mayor que en su rostro se reflejaba el delirio de disfrutar de estar en aquel interior, pero ya no podía mas necesitaba mas de aquel placer, de ver a su amante penetrándose así mismo, disfrutando con completo gozo de aquel acto lujurioso. Izumi obedeció como fiel soldado a su superior, movía sus cadera de arriba a bajo dejando salir casi completamente aquella parte de la anatomía de su ahora amante, para después dejarse caer de nuevo penetrándose con verdadero delirio, seguía cabalgando de aquella manera haciendo que sus gemidos sonara desgarradoramente con deleite.

Las manos de Aoe no estaban de todas quietas acariciaba las piernas de Izumi, luego viajaba hasta sus nalgas apretándola con atrevimiento, mientras su labio se deleitaba con la piel del pecho del menor, dejando beso y mordidas que le brinda placer a los dos, él no dejaba de disfrutar aquel sabor tan único de su amante, y de la sensación descabéllate que provocaba aquel interior a apresarlo de tal forma que su paso fuera lento, pero realmente fabuloso, casó podía escuchar aquellos sonidos vulgares cuando las nalgas del menor golpeaba su testículos.

Dos gemidos roncos se escucharon llenar en aquella habitación cuando llegaron a clímax, habían tenido el mejor de los orgasmos tocando con sus dedos el cielo, Aoe se había corrido con deleite en el interior de Izumi llenándolo con su semen caliente, mientras su abdomen fue machado por la semilla de su amante dejando huella de su pasión.

El menor se dejo caer hacia atrás completamente agotado, había sido la mejor sección de sexo que jamás había tenido, sintió el leve peso de Aoe sobre su cuerpo, aun sintiendo en su interior disfrutando de los últimos espasmo de su ser, cerró los ojos terminando de disfrutar aquel Vals.

~*~
-¿Cuándo me dormir?-

Aquella cuestión perturbo el silencio de aquella habitación, sus ojos habían sido abiertos lentamente dejando ver aquella habitación donde se durmió después del encuentro con Aoe, se quito las mantas que lo cubría dejando ver su desnude, se levanto caminando al baño al cual encontró después de ver dos puerta, al entrar camino hacia el espejo que se encontraba allí notando las marcas que el mayor había hecho.

-Entonces fue real.-

Se dijo tan confundido como al principió, se dio la vuelta cuando a través del espejo vio a Aoe, sintió un cosquilleo en su vientre que bajo hacia su entrepierna, sintiendo por fin que algo se deslizaba por su piernas, llegando a ponerse colorado a recordar pequeños corto de aquel cadente momento.

-Claro que fue real o acaso fui tan magnifico que no puedes creerlo, si tanto lo desea te confirmare lo bueno que soy.-

Se escuchó con imponencia por parte de Aoe, se giro dándole la espalda sintiendo que esa mirada estaba haciendo que se excitara de nuevo y no deseaba que viera eso, así que mirándolo a través del espejo le contesto en su peculiar tono de molestia.

-Ja, no fuiste tan bueno como crees.-

Aquello no había salido tan creíble como esperaba pues había visto la reacción de Aoe que casi era como si hubiera reído con burla, aunque no pareció tan eminente aquel acto, simplemente fue el reflejo de aquel sentir.

-Los mocosos son tan pocos sincero, ahora báñate y arréglate. No deseo llegar tarde a la salida que tenemos con Takamiya y tu amigo.-

-¿Takamiya?-

Cierto se había olvidado completamente de él y como Aoe podía hablar con tan calma, Takamiya seguro que los mataba si se enteraba de que se acostaron juntos, aquello seria un perfecto desastre debía evitar aquel derramamiento de sangre, al menos hasta que supiera que pasaba.

-Acaso hoy estas mas torpe, si tenemos que verlo a las tres. Acaso no recuerda la bendita reunión que hiciste para celebra nuestro aniversario, en serio si pensabas olvidarlo no lo hubieras planeado, no se para que deseas celebrar eso.-

Se escuchó con enojo lo cual era completamente habitual, desde el principio cuando lo conoció parecía enojado con él por jugar con Takamiya, aunque no era su culpa recién había sido atacado por él y después se vio envuelto en un sinfín de situaciones, luego su encuentro cuando pesaba romper su promesa.

-Espera… ¿Cómo que aniversario?-

Se cuestiono así mismo pues ya no estaba el mayor en la puerta, esta se había cerrado unos segundos atrás mientras estaba recordando, seria mejor averiguarlo así que decidió bañarse, saliendo lo mas rápido posible para arreglarse, una sorpresa fue a ver que tenia ropa allí, esperaba que con la salida todas aquellas dudas que tenia se respondiera, y la principal ¿Por qué amaneció en la casa de Aoe?

~*~
La reunión fue en el bar donde jugaron billar la primera vez, llegar y ver Takamiya fue algo raro, se saludaron normalmente como si fueran amigos, al parecer el único con confusiones en ese instante era él, trataba de encontrar una explicación estando un poco alejado de donde los mayor hablaba, cuando vio a alguien entrar reconociéndolo.

-Buenas tardes.-

Saludo el recién llegado todos correspondieron el saludo, él simplemente se quedo en silencio preguntándose si Naoya era su amigo, bueno debía de serlo ya que Aoe dijo que la reunión era con Takamiya y su amigo, así que no cabía duda de que ese amigo era Naoya, pero eso en lugar de darle respuesta sólo lo confundía mas.

-¿Te sucede algo Izumi?-

-¿Ah?, No nada, sólo estaba soñando despierto.-

Menciono con una sonrisa nerviosa no podía decirle que no sabia que pasaba allí, y que no sabia de su vida, pensándolo bien si seria una buena idea decirle tal vez así tendría todas las respuesta necesaria, no lo dudo mas discretamente le hizo la pregunta que carcomía su alma. “¿Desde hace cuanto estoy con Aoe?”, esa cuestión escapo de sus labios con mucho temor, prácticamente fue un lamento que se susurro con tanta discreción para que ni las paredes escucharan, Naoya al parecer no esperaba eso por lo cual lo miro extrañado fijamente.
-Izumi, ¿hablas enserio?-, No espero respuesta de esa pregunta que hizo casi gatunamente, era de una forma directa con la vista fija en los ojos ajenos como buscando la verdad de aquel espectro que se encontraba ahora enfrente suyo, porque no podía decirle de otra forma a Izumi en ese día en especial se notaba extraño.

-Hace dos años que iniciaron una relación, me contaste que te cautivo luego de que te ayudara a defenderte de unos maleantes, al principio decías que lo odiabas te la pasabas solo hablando de él y de sus defectos, pero meses después parecía otra situación, en poco empezaron a andar o algo similar.-

Naoya discretamente le conto lo que sabia sobre esa relación, lo cual no era demasiado pues parecía que no solía enterarse de la cosas de su amigo, guardaron silencio cuando Takamiya se acerco invitando a Naoya a jugar con él, aquello le causo un malestar en su estomago pues parecía que Takamiya le coqueteaba a Naoya, acaso en esa “dimensión paralela” él sentía atracción por su amigo.

-Juguemos-

Se escuchó decir cuando ya noto la figura de Aoe ir hacia la otra mesa de lugar tomando un taco, el se quedo pasmado pues aquello le tomo de sorpresa, pero eso no era todo tal vez allí en esa dimensión supiera jugar, pero el estaba completamente seguro de que no sabia, trago saliva caminando hacia donde su “amante” se había detenido esperándolo.

Había agarrado el taco con inseguridad estaba casi segur que todos se daba cuenta de eso, pero al parece no había sido así, el juego inicio pareció ir bien hasta que de pronto escucho el regaño de Aoe eso le puso mas nervioso haciendo que en definitiva se equivocara a dar el tiro la bola prácticamente salió de la mesa contra la cabeza de Takamiya.

El regaño comenzó llenando su mente de los movimientos de billar, pero el por su parte no estaba prestando nada de atención en ese momento había notado mas el acto intimo de Naoya y Takamiya, Bueno decir intimo es demasiado, Takamiya sólo había pasado su brazo por sobre los hombros de Naoya, aquello le daba mas malestar a su estomago que sentía como si alguien lo golpeara.

-Aoe calmante a cualquier le puede pasar eso, simplemente hoy no es el día de Izumi.-

Takamiya había intervenido notando la mirada triste de Izumi, la cual indujo que era a causa del regaño por parte de su amigo, claro que ignoraba completamente que el malestar de Izumi había sido por él. Ante ese “accidenten” habían propuesto a que Aoe jugara con Naoya mientras el lo hacia con Izumi, no pareció impórtales mucho su opinión porque todos aceptaron así que se vio siendo instruido por Takamiya, pero simplemente no podía logra mucho avance.

Decidió olvidarse de todo y solo prestar atención al juego, pasando a empezar a divertirse olvidando las hora y el día, también se olvidaba de porque estaba allí o el hecho de que ese no era su mundo, sólo siguió disfrutando como si fuera lo mejor del mundo aquel juego.

~*~
Había pasado una semana, y seguía en el cuerpo de su “yo” de la dimensión desconocida, se había dado cuenta que ser el amante de Aoe no era tan especial como se imaginaba, era simplemente que daba un mayor atractivo ante su forma fría de ser, tal vez deseaba que Takamiya fuera a veces así, si, le gustaría que fuera mas egoísta y que no siempre deseara complacerlo, le gustaba que cumpliera todos su caprichos era cierto, pero a veces también necesitaba un poco de indiferencia.

Miro el departamento por el cual había vivido ya siete días, el sentimiento de la melancolía había llegado a su él, Estaba completamente claro que extrañaba su antigua vida, se preguntaba como podría regresa a su mundo, no, mejor dicho a su dimensión. Se levanto del sillón donde había estado recostado perezosamente, decidió salir a dar una vuelta tal vez en la calle encontraría un gitano, un duende, un mago o tal vez un genio que le ayudara a regresar a su vida.

Caminaba tranquilamente por la calle mirando a su alrededor buscando aquellos seres mágicos, en un segundo había pensado empezar a gritar a ver si uno llegaba a su llamado, pero a darse cuenta de su propia estupidez desistió y sólo andaba por andar, simplemente porque no deseaba regresar al departamento, donde sólo se encontraría aquellas paredes.

-Hola Izumi.-

Escuchó aquella voz tan alegre de Takamiya, sonrió a alzar la vista y encontrarlo allí, desde aquella reunión no lo había visto, así que realmente estaba feliz de verlo necesitaba saber que era en esa dimensión, bueno parecía todos tener los mismo empleos y vida, pero lo que realmente necesitaba saber es que si realmente el estaba interesado por Naoya.

-Te invito a tomar un café, ¿Tienes tiempo?-

-Si-

Contesto automáticamente, caminaron hacia una cafetería que no estaba lejos de allí, en realidad estaba a una cuadra, decidieron tomar la mesa fuera del establecimiento ya que desde allí se veía el parque, empezaron a hablar de cosas triviales a principio, entre bromas y algunos otros comentarios en molestia de Aoe.

-En realidad el motivo de mi invitación es para agradecerte tu ayuda.-

-¿Mi ayuda?-

Ahora si se le notaba toda la confusión en su rostro a que se refería, miro a Takamiya esperando su respuesta, mejor dicho esperando que le dijera la razón por la cual le agradecía, en esos días no se habían visto, así que debía de ser algo que hizo su otro yo.

-Si, por presentarme a Naoya. En realidad empezamos a salir hacer unos días.-

Se escucho como una taza se rompía, Izumi había perdido la fuerza en su mano así que no pudo sostener mas la taza, esa confesión había sido demasiado para él, esperaba cualquier cosas, menos que le dijera que él fue de Cupido para que esos dos anduvieran, aquella idea no le había agradado nada, ahora que podía hacer no tenia a Takamiya, era en ese instante que se daba cuenta de que verdaderamente lo amaba. No importaba cual feliz fuera él, Ni el amante perfecto que tuviera, él seguía amando a Takamiya en todas las dimensiones.
-Felicidades.-

Su voz se escuchó con molestia, el mesero se había acercado a limpia el desastre que allí ocurrió, él se levanto disculpándose para entra al establecimiento donde le indicaron que estaba el baño, la cuestión era para quitarse la macha aunque en realidad lo que quería era relajarse.

A salir paso a hablar un poco mas con Takamiya, pero cambiando el tema no quería molestarse mas con aquella conversación pues sólo lo hacia sentirse triste, así que había decidido preguntarle sobre su trabajo, cuando nuevamente se sintió seguro decidió retirarse abogando que Aoe lo esperaba, lo cual era mentira pues le había dicho que llegaría tarde. A lograr su cometido de escape corrió hasta su casa donde se puso a llorar, lo cual el mismo se reclamo aunque eso duro poco, en cuestión de instante empezaba a maldecir a Takamiya por hacerle eso.

~*~
Dos semanas mas pasaron en un abrir y cerrar de ojo, no se había divertido nada en ese tiempo aunque ya estaba mas acostumbrado a la vida con Aoe, En realidad eso se debía a que no había vuelto a encontrarse con Takamiya y con Naoya casi no hablaba con eso estaba bien, lo único malo de esos días es que últimamente no se sentía bien.

Su salud parecía mala lo cual era extraño él siempre había sido sano, se había dicho que eso pasaría en cuestión de día así que no le había mencionado nada a Aoe, pero él lo descubrió en un día que realmente estaba mal, se había levantado veloz ese día pasando a vaciar todo lo que había comido el día anterior en el baño. Aoe había hecho un interrogatorio que hasta los mismos emperadores hubieran sucumbido así que conto toda la verdad, le menciono que desde hace una semana había tenido malestares, los cuales se resumía en dolor de cabeza, nauseas, agotamiento y ocasionalmente mareo.

No había tardado nada en llevarlo con su hermano, el si que le daba miedo, pero trato de disimular dejando que lo revisara, se puso mas nervioso cuando Aoe se tuvo que ir y lo dejo solo con su hermano, aquello hizo que casi deseara escapar, pero se quedo mas tarde se pudo ir aunque casi lloraba le había hecho examen de todo y hasta juraba que se había divertido a su costa, le había sacado litros y litros de sangre, bien exageraba pero faltaba poco para que lo hiciera.

Mientras regresaba al departamento luego de pasar a comprar unas cosas se detuvo en una pastelería, en cuestión de segundo había tenido un gran deseo por un gran pastel de chocolate, así que se detuvo a comprarlo se fue mas que feliz directo al departamento, donde dejo todo lo comprado en la mesa, luego busco un cuchillo y tenedor.

Había cortado el pastel decidiendo saborear un rebanada en ese instante y dejar lo demás para la cena, pero su plan no salió como el deseaba, se había comido prácticamente todo el pastel dejando sólo la rebanada que sirvió y que se suponía que iba a comer.

-Me estoy volviendo loco.-

Se dijo así mismo a darse cuenta su gran apetito por el dulce, decidió guarda lo poco que se quedo, pero luego salió corriendo vaciando todo eso a sentir nauseas, tal parecía su estomago le recordaba que no era bueno comer tanto dulce a pensar de que le gustara, se sintió tan mal que mejor fue a dormir ni siquiera noto cuando Aoe llegó, se había dormido profundamente para que nadie perturbara su sueño.
Lo mejor hubiera sido no haber despertado ese día, la noticia que le llego a dar el hermano de Aoe casi lo mata, había esperado que fuera una broma, pero aquel rostro serio en lo que le dijo y su razonamiento fue suficiente para creerle, pero como era posible aquello tal parece en ese universo también cambiaba eso, aquella escena jamás saldría de su cabeza, era algo que no viviría otra vez.

-Traigo excelentes noticias.-

Un sonriente Kiichi entro al departamento pasando a sentarse en la sala mirando a su hermano con su misma sonrisa, este sólo se limito a verlo antes de correrlo necesitaba saber lo que le pasaba al mocoso, Izumi se sentó a lado de Aoe luego de servir café, tenia miedo de preguntar que le pasaba pues algo le decía que nada bueno.

-¿Qué es lo que tiene?-

-Felicidades van a ser padres.-

El quedo completamente congelado a escuchar eso, su manos no se movió no un milímetro a pensar de que su acto inicial era agarrar la taza con su café, la reacción de Aoe fue la menos esperada le arrojo el café al rostro de Kiichi cuando estuvo apunto de beberlo.

-Dejante de bromas-

Dijo en un tono molesto, eso le hizo despertar, si, era seguro que era una broma del loco y raro hermano de Aoe, pero este de pronto se puso serio mientras limpiaba sus lentes que se habían quedado machados de café, su rostro también ya había sido limpiados.

-Hermanito.- Aquellas palabras casi salieron como miles de agujas apunto de asesinar a alguien, continuo con sus palabras de una forma mas “calmada”. -No es ninguna broma, Izumi esta “em-ba-ra-za-do”.-

Lo había dicho silaba por silaba como esperando que así lo entendiera y fue allí que Aoe se levanto saliendo del departamento sin decir nada, él se había quedado sólo con el hermano de su amante, sonrió estúpidamente no sabia ni que decir o hacer, estaba aun asimilando aquella noticia que le había dado, el tiempo avanzo al parecer así quedo vario segundo pues había decidió hablar por fin el medico.

-Es impresionante saberlo, pero a pensarlo mas la idea es tentadora, él se sorprendió demasiado, pero conozco a mi hermanito seguro esta feliz. Toma.- Le paso una receta con indicaciones que seguir. -Son alimentos que debes de comer con más frecuencia y los que debes de evitar, cuando el salga de shock le indicare la próxima cita.-

Había sido tan forma con sus indicaciones que ni siquiera dijo nada, siendo sinceros simplemente había movido la cabeza en todo el rato que hablo hasta que por fin le vio irse, continuo sentado en el mismo lugar largas horas hasta que se levanto saliendo del departamento, no sabia a donde iría simplemente quería pensar mejor todo lo que allí vivía.

Sus pasos lo llevaron a un parque se sentó en una banca del paso mirando los niños jugar, eso era lo que debería de estar haciendo, pero en realidad no parecía hacerlo pues ni siquiera se había dado cuenta cuando ellos se fueron, tampoco se dio cuenta cuando las farolas fuera encendidas .

-¿Qué hare?-

Se cuestiono así mismo pasando a cerrar los ojos tratando de encontrar solución, sintió que alguien se acerco abrió la vista viendo enfrente de él un hombre con gabardina y cobrero oscuro, apenas podía distinguir algo en su rostro.

-¿Deseas volver?-

-Disculpe no se de que me habla.-

-¿Deseas volver?-

Volvió a cuestionar aquel hombre, la voz de aquel ser era algo escalofriante sintió un frio que calo hasta sus huesos, era una sensación de miedo, decidió levantarse pero cuando lo hizo escuchó de nueva esa pregunta, sólo empezó a correr, pero escuchó bien lo ultimo que dijo. “Si decides volver lo perderás a él”, aquellas palabras nos las comprendió y tampoco quiso hacerlo.

~*~

Dos meses desde la noticia, aquello ya se había hecho algo común, ya no pensaba en su vida “pasada” donde vivió con Takamiya eso era lo que pensaba, pero no todo lo que decimos es verdad, esa tarde averiguaría el porque. Aoe llego mas pronto de lo que era usual su relación era igual que siempre, aunque parecía de momento mas considerado por su embarazado.

-Naoya y Takamiya vendrán.-

Aviso como si no fuera algo importante, pero si lo era no se esperaba verlos a ellos dos, sentía que aun no estaba listo para enfrentarse a esa realidad, sólo asintió yendo a la cama pasando a abogar que estaba cansado, lo cual no era de todo mentira lo estaba aunque mas que eso era que prefería no saber mas hasta que los invitados llegaran.

Se había quedado dormido fue despertado mas tarde por su amante, así que se arreglo algo saliendo de la habitación pasando a ir a saludar los invitados que se veía tan felices juntos, la imagen de felicidad de ellos dos le rompía el corazón, Tal parecía que este no deseaba mentirle mas, a pensar de la felicidad que le había traído su embarazo no quitaba la ilusión o mejor dicho la verdad de que amaba a Takamiya.

Trato de disfrutar la velada todo iba bien, cada uno hablando de trivialidades cosa que no daba mucho impresión, pero no todo debía ser tan perfecto Takamiya por fin decidió hablar dejándolo helado a escuchar aquellas palabras, esas que jamás se esperaba.

-Nos casaremos en un mes y esperamos que ustedes sean los padrinos.-

Esas palabras resonaba en su cabeza una y otra vez, simplemente se levanto ni siquiera se disculpo ni nada, simplemente no había dicho nada se había ido a la habitación, todos quedaron impactados por la reacción de Izumi aunque lo atribuyeron al embarazo cual alejado de la realidad estaba.
Al encontrándose refugiado en la soledad de la habitación dejo escapar una lagrima a la cual le siguieron muchas mas, estaba listo para todo menos para aquello, el cansancio hizo de la suya cuando por fin lo abrazo para que descansara y olvidara por unos momentos de sus problemas. Así fue indiferente a como termino aquella reunión o que paso después de ellas, sólo se disculparía otro día, pero esperaba que ese día no llegara nunca.

~*~
Estaba en el mismo parque y en la misma banca en donde se encontró a ese hombre extraño hace días atrás, sospechaba que la respuesta que buscaba se encontraba allí por eso decidió dar un paseo, además así evitaba también que lo encontraran para ayudar en los preparativos de aquella boda.

-¿Deseas volver?-

Aquella pregunta se escuchó de nuevo a alzar la vista se encontró con aquel personaje que en pleno luz de día hacia su aparición, la luz de dial le permitió ver mejor lo que aquella noche no pudo ver, toda su vestimenta era negra, no sólo la gabardina y el sombrero, también lo que había debajo de ella, sus piel era pálida casi se parecía al mármol sus ojos se ocultaba por la sombra del sombrero, pero casi podía jurar que vio un tono rojizo en ellos.

-Si deseo hacerlo… Todo lo que vivo aquí es una ilusión, yo sólo amo a una persona.-

-Si confirmas tu decisión lo perderás a él.-

Aquella voz nuevamente calo un miedo temible que no tenia comparación, pensó que aquello no tenia importancia imaginando que hablaba de Aoe, pero a darse cuenta que el ser extraño miraba hacia su vientre que ya se mostraba supo la verdadera identidad de aquel que perdería.

-¿Por qué?, ¿Por qué debe ser uno u otro?-

Su voz era alterada completamente molesto y hastiando con aquello, acaso el destino siempre debía de ser tan cruel con todos aquellos que se marcaba por su régimen, lo miro con completa tranquilidad no parecía preocupado por las cuestiones que hacia aquel joven.

-En la vida no se puede tener todo, y aun en la muerte siempre falta algo. Cuando sepas la respuesta, y tu decisión sea tomada se repetirá el hecho que causo este suceso.-

Como si de un fantasma se tratara desapareció frente a sus ojos, el quedo completamente confundido con aquello mencionado al ultimo, no sabia que había causado que él estuviera allí así que como iba saber cuando decir su decisión, ¿Por qué todo debía ser tan confuso? , ¿Acaso era una prueba?, tantas preguntas vinieron a su mente pero decidió no pensar más.

Había regresado al departamento mirándolo nuevamente solitario, miro el reloj de la pared era las siete aun faltaba para que llegara Aoe, fue a descansar ya que lo necesitaba dormiría un rato hasta que llegara su amantes, se recostó en la cómoda cama esperando dormir, pero se vio interrumpido su descanso por el sonar del teléfono.

-¿Si?, diga-

-“Izumi, Buenas noches.”-

-Takamiya, buenas noches.-

-“Disculpa por hablarte, pero necesito tu ayuda.”-

-¿Mi ayuda?, ¿Sucede algo?-

Cuestiono preocupado esperando la respuesta del otro lado, pero a contrario de so escuchó una suave risa, lo cual lo dejo mas descolocado que al principio acaso Takamiya se había vuelto loco por lo que iba a hacer en pocas semanas.

-“No es nada malo, es que… Bueno deseo que me ayude a buscar un regalo de boda para Naoya.”-

Un silencio se hizo en ese instante, no espero que le propusiera aquello, ¿Por qué entre todas las personas el debía de ayudarle?, suspiro pasando a tomar fuerza de cualquier lugar debía de responder, al mismo tiempo que se respondía así mismo.

-Claro cuando desees podemos ir a buscar algo.-

-“Gracias, te hablare mañana para concretar una cita.”-

Se corto la comunicación, sintió las lagrimas que corría por su mejilla aquellas que salían con gran dolor de su corazón había aceptado su destino, cuando escuchó aquella pregunta había decidido lo que pasaría, por fin tenia la respuesta para aquel ser tan oscuro.

-Adiós Takamiya.-

Susurro cuando caminaba hacia el balcón, miró hacia aquel cielo tan estrellado y completamente puro, ninguna nueve nocturna se veía surca aquel oscuro manto, sólo se reflejaba las estrellas que danzaba a lado de la luna que parecía tener su contorno rojizo, se limpio las lagrimas que bañaba su rostro, luego su mano bajo a su vientre sintiendo el pequeño que crecía allí.

-Renuncio a Takamiya y sólo deseo verte crecer.-

Dijo con tanto anhelo sintiendo completamente en el corazón a pensar de que ese se dividía en dos, pero a pesar de eso y de que amara tanto a Takamiya ahora amaba más a su hijo, sabia que aun regresando a su mundo donde era gloriosamente feliz no se perdonaría haber asesinado a su hijo, así que prefería llorar aquel amor que fue suyo para abrazar aquel que nacería y que lo llenaría completamente.

-Que así sea.-

Se escuchó esa voz misteriosa que fue dos veces testigo de un deseo que era implorado con tanto fervor, la luna se había teñido completamente de rojo por unos segundo, sólo el tiempo donde se vio desaparecer aquel ser de las tinieblas. Izumi había regresado en a la cama decidiendo descansa, se había quedado profundamente dormido, abrazando a su vientre sintiendo el calor de aquella bella criaturita que seria su todo, mientras aquella ultima lagrima resbalaba por sus ojos dejando el nombre de aquel que despedía.

~*~
-Izumi despierta, Izumi-

Se escuchaba la voz masculina de su amante, se removió en la cama deseando no despertar aun estaba cansado, “Izumi”, escuchó nuevamente entre sueño luego sintiendo un beso en su cuello, continuaron muchos otros haciendo que se estremeciera, sus labios ahogaron un gemido cuando se despertó de golpes aquello no era su acostumbrado despertar en esos últimos tiempos.

-¡Takamiya!-

-Lo siento, sólo lo hice porque no despertabas.-

Se disculpo el mayor pensando que su amor se había molestado por su habitual forma de despertarlo, pero lo que siguió lo había sorprendido demasiado, el menor lo abrazo y beso, ni lento ni perezoso correspondió su beso, volviendo a recostarlo en la cama, mientras sus manos se vieron tomar vida, deslizándose lentamente hacia el citar de su pantalón jalándolo y empezando a bajarlo, ya que estaba tan cariñoso Izumi debía de aprovechar.

No sabia si estaba soñando, pero disfrutaría de ese encuentro por si seria el ultimo que vivía con él, sabia que su suerte ya estaba echada, alzo su caderas permitiéndole a Takamiya que bajara su pantalón de la pijama junto su ropa interior, se vio desnudo de la parte inferior sintiendo pronto las caricias de su amante, sus labios dejaron escapar gemidos cuando se vieron libre de los ajenos.

Takamiya se vio poner entre sus piernas, sus labios besaron la punta de su pene y lamio hasta la base, un gemido mas intenso se vio llenar aquella habitación, sus dedos se vieron enredar en los cabellos del mayor, movió su cadera a “voluntad” sintiendo como su sexo se vio apresado por la boca de su amante, empezando a extasiarlo de placer.

-Takamiya te amo.-

De sus labios escaparon aquellas palabras haciendo que su amante enloqueciera de amor por él, se vio dejar de atender a aquel miembro, tomando por asalto aquellos labios tan tentadores, lo besaba con verdadero salvajismo como si aquel fuera el ultimo beso. Las manos de Izumi fueron al pantalón del mayor abriéndolo y buscando en ellos la hombría de su amante, la cual ya estaba muy excitada a liberarla la acarició más el gusto sólo duro un segundo luego abrazo a Takamiya.

-Hazme…Tuyo y no permitas que te olvide.-

No entendió a su querido Izumi, pero lo penetro de una sola estocada como lo había pedido, ya que no le permitió que lo preparada de los labios de los dos escapo un intenso gemido el cual lleno toda la habitación, allí dos amantes que se amaban a locura se entregaba entre caricias y besos, en ese instante no había nada mas, no sentían dolor, angustia y mucho menos dudas. Eras dos almas que se funcionaba en una rogando por los dioses no separarse, siendo ajeno de que alguien observaba con gran satisfacción aquel encuentro y que les daba un regalo.

-El amor compensa todo no lo olvides, Izumi Sakashita.-

Aquellas palabras se la llevo el viento, mientras dos amantes llegaban al orgasmo viendo luces de mil colores que sólo confirmaba su amor, un calor subió al vientre de Izumi llenándolo de tranquilidad, Takamiya lo beso, salió de él descansado a su lado abrazándolo.

-¿Estas bien?-

-Perfectamente.-

Sonrió dejando mas confundido a su amante, pero a ver a su pequeño Izumi feliz él también lo estuvo sólo lo siguió abrazando, el menor había entendido que ya estaba en su realidad, y sentía que en poco tempo sabría de aquel bebe que esperaba en el otro mundo y que allí su vida se completaría.

~*~
Un mes desde su regreso había pasado y como sospecho ese día que volvió, ahora el medico confirmaba de su embarazo, diciéndole que ya estaba en su tercer mes, lo cual era extraño que no hubiera presentado síntomas antes, pero que no era de preocuparse que en ocasiones eso solía suceder que era un verdadero milagro pues poco era lo hombres que en ese siglo empezaba a mostrar señal de ser fértiles.

Takamiya estaba completamente emocionado había hecho una gran fiesta para celebrar, invitado a su amigo Aoe y a Naoya también, a verlo tuvo celos pensando que le quitaría a Takamiya, pero se dio cuenta que estaba perdidamente enamorado de Aoe así que sólo sonrió a su tonta preocupación, esa fiesta fue la mejor de todas. Así fue como el aprendió que no todas las fantasías deben cumplirse y que debes de saber perfectamente que es lo que quieres, Que nunca debes de dudar sobre algo que amas pues te puede costar muy caro.

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