blue love cap 3

CAPITULO III
Siendo las seis de la mañana del lunes el teléfono sonaba insistente dentro de la casa Haitani. Una de las sirvientas atendió el llamado que fue dado al amo de la casa quien se enfureció al reconocer el cínico saludo.

- ¿Cómo te atreves a llamar luego de lo que haces? – soltó molesto Wataru a un “inocente” Kiichi.
- ¿Pero que hice? Solo llamaba para saludar a Youta – sonaba animado.
- ¡No! – volvía a vociferar, atrayendo la atención del muchachito que entraba al comedor vestido con su uniforme escolar - escúchame bien – amenazaba mas calmado al ver la mirada asustada de Youta – tienes prohibido acercarte a Youta, tienes prohibido volver a sacarlo de sus lecciones y mucho mas el darle ese tipo de “obsequios”.
- Pero si eso fue solo un malentendido – se explicaba Kiichi – Youta debió tomar la caja equivocada, yo claramente le dije que tomara la caja de chocolates de la derecha.
- ¡¿Cómo vas a mezclar un tipo de chocolate con otro?! –volvió a enfurecerse, logrando un respingo en el delgado cuerpo sentado a su lado luego de verlo azotar el aparato sobre la mesa - ¡te prohíbo que salgas con Kiichi! – le amenazo, sin importarle la mirada de enfado que el menor le dedicaba – a partir de hoy he encargado a alguien para que te lleve y te recoja de las lecciones.
- Pero. . .- intentaba defenderse Youta. El no era un niño y no quería que lo tratasen como si lo fuera.
- He dicho – sentencio el mayor. Viéndole de esa forma que bien sabía era decisiva.

Youta salio malhumorado, detestaba que Wataru solo le viera como a un crío, detestaba que le despreciara y mas que lo sobreprotegiera con el afán de no tener problemas con Naoya. Porque a eso se debía la vigilancia, Youta no creía que Wataru realmente se encontrara preocupado por el, estaba convencido que todo aquello tenia el único fin de no contrariar a Naoya.
Pasado el medio día un cabizbajo Youta resentía la ira de Wataru, quien había decidido inscribirlo de lleno en el instituto sin importarle el hecho de no haber concluido su regularización. Suspiraba resignado cuando claramente escuchaba su nombre por el altavoz, siendo solicitado en la sala de profesores.
Se sorprendió al ver a un risueño Kiichi saludando a lado de su profesor, quien sostenía un documento medico, el que le daba la salida para que se le realizara una serie de estudios. Fue esa treta la que le permitió salir del colegio en compañía de Kiichi quien le decía que ya se encontraba listo para comenzar a trabajar dentro del club.
Youta pareció titubear por un momento. . .

- Wataru me dijo que no debía . . .- balbuceaba apenado, logrando dibujar un gesto divertido en el rostro de Kiichi que comprendía a la perfección los sentimientos del muchacho.
- ¿Salir conmigo? –completo la frase – decide Youta: saldas tu deuda con Wataru y le demuestras que ya no eres un niño o le obedeces y sigues siendo tratado como hasta ahora hasta que el se canse de tener a alguien tan infantil como tu – el pelinegro le vio molesto. Quería demostrarle a Wataru que el ya no era un niño, quería que le viera como algo mas, que le tomara en serio.
- Voy a saldar mi deuda – respondió .
- Bien. . – sonreía Kiichi. Conduciéndolo hasta el automóvil donde Haruomi les aguardaba para conducirlos al edificio del consorcio Aoe.

Para las cuatro de la tarde Wataru se encontraba un paso más allá de la histeria. El chofer le había informado sobre la ausencia de Youta en el colegio al que fue para encontrarse con la solicitud de exámenes médicos firmada nada menos que por el supuesto medico de cabecera del estudiante. Había ido a la residencia Aoe para encontrarla vacía, habiendo registrado cada habitación por si mismo muy a pesar de la servidumbre a la que Kiichi había dejado la instrucción de permitirle el paso. Llamaba al móvil del medico y sonaba fuera de servicio.
Wataru conducía sin rumbo hasta que una luz roja detuvo su marcha, respiro hondo y sintió que el aliento le volvía. Giro el vehiculo mientras hacia una llamada. . .

- ¡¿Dónde esta?! – grito ni bien escucho que le respondieron. Reiji, que ya esperaba algo así, mantenía el aparato alejado de su cabeza.
- ¿Quién? – le molestaba, le encantaba sacar de sus casillas al mocoso.
- ¡Sabes perfectamente que estoy hablando de Youta! – reclamo - ¡tu pervertido hermano lo secuestro de la escuela esta mañana!
- Ah, hablas del mocoso nuevo – sonó indiferente mientras Wataru sentía que el aliento le faltaba.
- ¿Qué quieres decir?
- Ven a la oficina, te espero para entregarte tu dinero.

Reiji colgó dejando a un pálido Wataru que tembloroso veía su móvil. Acelero el vehiculo para llegar cuanto antes al club de Aoe. En la recepción le estaba esperando Kashima para conducirlo a la oficina del presidente.

- Entrégame a Youta – exigió al entrar a la oficina y ver a Reiji cómodamente sentado tras su escritorio.
- Aquí lo tienes – extendía un cheque por poco mas de cincuenta millones a Wataru, quien le veía incrédulo.
- ¿Qué es esto? – preguntó en medio de una sonrisa irónica. ¿Qué se suponía que representaba eso?
- Es el pago de la deuda de Youta, te estoy comprando su deuda – explicaba serio Aoe
- ¡¿Qué crees que es Youta?! – azotaba el cheque sobre el escritorio, queriendo saltar sobre un malencarado Aoe.
- El mocoso vino a mi pidiéndome saldar su deuda contigo – soltó Reiji viéndole desafiante.
- Eso no es cierto. . .- balbuceo Wataru – Youta no haría eso. . .
- Pues lo hizo – aseguro Aoe – así que tu tienes tu pago y el tiene una ocupación – arrojaba una carpeta sobre el escritorio. carpeta que abrió Wataru, sorprendiéndose al ver el contenido.
- ¿verdad que luce muy bien? – preguntaba Kiichi, que al entrar a la oficina se había percatado de que Reiji ya le había entregado las fotografías a Wataru.
- ¿Qué es esto? – murmuro el sorprendido muchacho al ver las fotografías de Youta vistiendo diversos atuendos: uno de colegial, de sirvienta, de jugador de soccer, en traje de baño escolar, incluso de maleante.
- Acabamos de remodelar varios pisos del complejo – explicaba Reiji – la razón es la inauguración de una nueva sección dentro del club, solo para miembros exclusivos. La “Blue Love” es una zona donde los sueños se hacen realidad – sonreía malicioso ante la ingenua mirada de Wataru.
- Aquí los clientes son capaces de cumplir sus fantasías – terminaba de explicar Kiichi, conduciendo al visitante a la zona de cámaras, donde pidió monitorear el área del “Blue Love” - ¿has pensado tener sexo en un vagón de tren? – interrogaba al tiempo que señalaba una pantalla donde se mostraba claramente un vagón de tren donde una pareja mantenía relaciones sin importar las demás personas a su alrededor.
- Pero. . .- quería entender Wataru.
- Es falso – explico Reiji – remodelamos las habitaciones de los pisos ocho a doce con diferentes escenarios: vagón de tren, de metro, autobús, salón de clases, interior de un avión, bodega de deportes de colegio, cafetería, un bar. . .todos aquellos rincones donde la gente alguna vez ha tenido la fantasía de tener relaciones. . .
- Así es – siguió Kiichi – brindamos a nuestros clientes el lugar para cumplir sus fantasías y a la persona adecuada para llevarlas a cabo – señalaba las imágenes de Youta.
- Resulta ser que el mocoso encaja a la perfección con el concepto – dijo Reiji – es bastante versátil con los disfraces así que no dudo que termine de pagar su deuda rápidamente, será de los mas cotizados en este concepto – sonrío malicioso ante la molesta mirada de Wataru – ve tu mismo – señalo una pantalla donde se apreciaba un salón de te en donde Youta forcejeaba envuelto en un atuendo de mucama con un sujeto que no dejaba de masturbarlo.
- ¿Qué habitación es esa? – exigió Wataru a un intimidado operador que luego de ver a Reiji respondió.
- Piso nueve, habitación del te, es la numero 907 – Wataru salio molesto.
- El mocoso trabaja para mi – señalo Reiji.
- Eso no es cierto – afirmo Wataru al tiempo que rasgaba el cheque y las fotografías para lanzarlas al aire, saliendo a toda prisa de la oficina.
- ¿contento? – interrogo Aoe a su hermano.
- Pensé que los chocolates bastarían – suspiro resignado.
- ¡¿Le diste chocolates a Youta?!- regañaba Reiji a Kiichi - ¡¿cuándo dejarás de hacer esas cosas?!
- Funciono contigo. . .además esa practica es algo que tu también haces – callo malicioso a su hermano.
- Señor – interrumpía el empleado - ¿llamo a seguridad?
- No, Sakura sabe que hacer – sonrió nuevamente con malicia Kiichi mientras Reiji asentía cómplice.

Wataru corría a toda velocidad, tomo el ascensor hasta llegar al noveno piso y la habitación 907, la que abrió de una patada para enfurecerse al ver como Youta era estrujado por un sujeto que no distaba mucho de su edad. El de cabellera castaña sostenía sobre sus piernas a un excitado Youta que gemía ante las caricias que le propinaba sobre su erección.

- ¡Suéltalo! – ordeno Wataru al tiempo que golpeaba a Sakura para arrebatarle a un desorientado Youta que fue jalado fuera de la habitación y del edificio. - ¡¿Qué demonios piensas?! – grito furioso al momento de subir al asustado Youta al automóvil.
- Aoe san pagaría mi deuda contigo – dijo enfadado, sujetando el volumen de la corta falda que llevaba puesta.

Hasta ese momento fue que Wataru noto la exótica vestimenta de Youta. Había sacado al muchachito con el disfraz de mucama puesto, tenia a Youta dentro del auto con un corto vestido negro de mandil y adornados listones blancos al igual que las medias que se resbalaban ligeramente sobre la pálida piel de sus entreabiertas piernas debido a la carrera que le hizo tener.

- Iremos a la casa – sentencio Wataru ante la mueca del menor.
- Tu solo me quieres ahí para que Naoya san no se enfade contigo – lloriqueo Youta – ¡si tanto quieres a Naoya san ve y haz algo por ti mismo!. . .no me utilices – susurro lo ultimo entre su llanto.
- ¡BAKA! – grito enfadado Wataru - ¿Quién te esta utilizando para eso? ¡Naoya es mi hermano! – sorprendió a Youta con su declaración y a si mismo, al confesarse finalmente que los celos como otuoto le estaban consumiendo – tengo complejo de hermano menor – dijo ruborizándose.
- Entonces. . .- se acercaba inocente Youta - ¿puedes quererme a mí? – el muchachito sintió que había oportunidad para el de tener una familia, de ya no estar solo mientras Wataru solo podía verle sobre su cuerpo a medias, estrujando uno de los desnudos glúteos, recordándoles a ambos la inexistencia de ropa interior - ¡ah! – jadeo Youta, cubriendo su boca al tiempo que se coloreaba.
- Vamos a casa – dijo con desesperación Wataru mientras lamia malicioso sus labios, estrujando descarado ambos glúteos, logrando con ello un nuevo y mas intenso gemido por parte del pequeño pelinegro que fue rápidamente callado por ese necesitado beso que le propinaba el mayor mientras le acomodaba suavemente sobre el asiendo trasero del auto.

Al llegar a la residencia Haitani, Youta fue nuevamente jalado, conducido del brazo hasta la habitación del mayor ante la sorprendida y escandalizada mirada de algunas mucamas y el mismo Yaegashi.
Wataru no se detuvo hasta haberlo tumbado sobre su cama, donde el muchachito se quejo para ser nuevamente callado por la ansiosa boca de su jefe que no dejaba de besarlo. Youta se ruborizaba al sentir esa lengua abriéndose paso dentro de su cavidad mientras sus manos peleaban por detener el paso del las adiestradas manos de Wataru que se perdían por encima y debajo de sus ropas.

- ¡Ah! – se quejo Youta, asustando al mayor que se separo ligeramente para verle preocupado.
- ¿Qué pasa? ¿te lastime? – acariciaba tierno al muchacho que le veía lagrimeante
- Algo. . .- murmuro lloroso mientras juntaba sus piernas – ese tipo me puso algo adentro- Wataru le vio sin saber si debía excitarse con eso o alarmarse. Difícil de decidir al ver a Youta en esa postura sobre la cama y con ese atuendo que no podía explicar el porque le enloquecía tanto.
- Espera. . .- humedecía sus labios, quería calmar a Youta, quería que no se asustara – voy a revisarte.

Wataru sujeto con fuerza a Youta, quien no se veía muy convencido sobre lo que hacia. Deslizo su mano hasta los glúteos, abriéndose paso entre caricias hasta toparse con la entrada de Youta que jadeaba al sentirle. . .

- Estas húmedo y muy dilatado – Wataru introducía con facilidad un par de falanges dentro del cuerpo de Youta. Extasiándose al verle gemir entre sus brazos
- Se siente. . .caliente. . .- decía entre jadeos.
- Debió ser algún afrodisíaco – explico mientras le besaba intoxicado el cuello. Sorprendiéndose al sentir ese agarre sobre su ropa.
- No me dejes – suplicaba a media voz Youta.
- ¿Por qué te dejaría? – le calmaba.
- Por que soy un niño, eso dijiste la ultima vez y me dejaste- reclamo mientras cedía al ritmo impuesto por la mano de Wataru.
- Tonto – rió satisfecho – si te deje fue porque pensé que podría hacerte daño pero . . .- volvió a besarle profundamente, introduciendo sin vergüenza su lengua hasta dejar al menor sin aliento – me doy cuenta de que eres bastante fuerte – declaro mientras se deleitaba al verle moverse necesitado, deseoso por su tacto.

Wataru le beso hasta saciarse, bajando de sus labios al cuello para regresar a ese ruborizado rostro y volver al cuello. Al cabo de unos minutos el mayor se despojaba de sus ropas ante la inocente mirada de Youta quien se retiro un par de listones a modo de aflojar su atuendo.

- No – le detuvo Wataru.
- Pero tu. . .
- tu estas bien así – explico excitado Wataru, acariciando lascivo las piernas sobre las medias mientras las separaba con suavidad hasta ubicarse sobre el erecto miembro de Youta, que gimió al sentir su respiración sobre tan sensible zona.
- Wataru. . .- jadeo tembloroso Youta al sentir como el mayor le lamia e introducía su pequeño miembro dentro de su boca.

El mayor saboreo aquella parte hasta sentirla derramarse dentro de su boca, sonriendo con malicia al ver que la erección no cedía. Definitivamente Youta había sido drogado, su entrada destilaba una humedad perfumada, era evidente que le habían introducido una capsula estimulante. Wataru retiro la blusa del pecho de Youta, dejándole únicamente el pequeño mandil que cubría a medias sus sonrosados pezones, los que estrujo y lamió mientras se frotaba sobre la excitada entrada del muchacho que jadeaba bajo su cuerpo. Separo aun mas sus piernas, apreciándole aun erguido, con sus ojitos llorosos y el delgado cuerpo sonrosado. Lamió sus labios mientras se rozaba con más descaro, disfrutando al verlo estremecerse y gimiendo bajo su cuerpo.

- Por favor. . .- suplico finalmente Youta, estrujando las sabanas en espera de saciar su excitación.
- Esta bien – jadeo deseoso Wataru, introduciéndose de a poco en esa tibia carne. Estrujando las piernas de Youta intentando atraerle aun mas hacia su cuerpo.

Bajo su torso para clavarse totalmente dentro de la calidez que le brindaba el agitado muchacho. Le beso hambriento para poder comenzar a moverse, jadeando sobre el enrojecido rostro de Youta que cerraba sus ojos a modo de dejarse llevar pues sentía hervir su sangre, que su corazón saltaría fuera de su pecho y que su pene explotaría debido a la excitación. Sin pensarlo jadeaba el nombre de Wataru, a cada embestida, a cada mordida que el mayor le acomodaba sobre la piel mientras el se sujetaba de su espalda, mientras le besaba la desnudes del torso, envolviéndole entre sus piernas las que se resbalaban debido a las medias que a tirones decidió retirar Wataru.
Youta elevaba necesitado su pelvis, acoplándose con el movimiento de su amante quien decidió cambiar los papeles al tirar del delgado cuerpo para acomodarlo sobre el suyo. Wataru se deleito al verlo montado sobre él, su pene se dejaba ver ligeramente bajo el arrebolado fondo de la falda y el delantal se escurría sobre sus hombros dejándole apreciar al máximo la desnudes del pecho del excitado muchacho.

- Muévete un poco – ordeno lamiendo ansioso sus labios. Disfrutando de tener a Youta de ese modo mientras el menor intentaba satisfacerle al tiempo que saciaba su necesidad por sentirle.
- ¿Así? – jadeo, apoyándose con delicadeza sobre el pecho de Wataru que ceñía sus facciones debido al esfuerzo que sus cadenciosas embestidas generaban.
- . . .- el mayor solo asintió mientras le sujetaba de la cintura con una mano, levantando la arrebolada falda con la otra para apreciar de mejor forma la actividad. Jadeando al ver la pequeña hombría de Youta frotándose sobre su abdomen.

El ritmo se acelero, Wataru saciaba su deseo frotándose afanosamente dentro de la apretada cavidad. Youta le ceñía con sus piernas, gimiendo mientras se masturbaba por instinto, logrando esparcir su semilla sobre el pecho de su amante que le tumbo nuevamente sobre la cama. Elevando sus piernas a modo de penetrarle mas a fondo.
Youta gemía sobreexcitado, sujetándose del cuerpo del mayor que le besaba a medias mientras le acariciaba con torpeza.
Wataru sentía venir su orgasmo, quería llenar a su amante, hacerlo suyo. Sujetó con fuerza la pelvis del pelinegro para embestirle con brios, para descargarse en lo más profundo de ese cuerpo, para saciar su deseo por Youta.

- No vuelvas a hacer una tontería así – regaño a un apenado Youta que se acomodaba sobre su pecho respirando agitadamente.
- Lo siento – murmuro, dejándose arropar entre los brazos de Wataru.

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