Tenemos especial aprecio por el yaoi, así que lo diré: somos pervertidas XD

Bueno, estoy en proceso evasivo hacia el trabajo, así que me puse a dar revisión a los fafics que colocaría el día de hoy. Claro que tuve que suplicar por ayuda, así que no lo hice sola.

Aprovechando, daré una pequeña aclaración, especialmente por el fic que me puse a corregir: los cambios hechos fueron con la mejor intención, por lo que espero que la autora perdone mi atrevimiento al cambiar palabras que ella notará inmediatamente XD. Viendo el tamaño de la letra que usaron para escribir comienzo a pensar que me hicieron trampa, pero no se preocupen, chicas, todo les perdono porque las amo.

Ya que están con tu completa atención en mi persona, quiero platicarles que esta semana fue especialmente dificil para mí. En serio, hay veces en que me pregunto lo que estaba pensnado cuando decidí estudiar y hacerme docente, sencillamente no alcanzo a vislumbrar la respuesta.

Sin contarles el incidente, les diré que fui regañada por una persona. Menos mal que él tiene una manera un poco... “aceptable” de decir las cosas y no tuve que encabronarme más de la cuenta. Lo rescatable de él es que terminó con un: “No dejes de escribir, quizá ahí puedas comcretar lo que ambicionas”, en resumen como profesora me irá de la real chingada XD.

En fin, creo ke sólo fue porque terminaron las vacaciones y empezaron los calores, todo a la vez. Espero que la situación regrese a la normalidad o habra 37 niños ahorcados en mis sueños xD.
FANFICS

BLUE BIRD

BLUE LOVE

ILUSIONES CONFUSAS, FANTASIAS ROJAS


Actualizaciones
Sex pistols c30

Kawaii hito cute C4 fin

mil besitos

Akiko Koori
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blue love extra

EPILOGO
Interrogatorio a Kiichi por parte de Haruomi luego de enterarse de su nueva jugarreta. . .

Haruomi: ¿Qué intención tenias de traer a Youta a casa?

Kiichi: la que mostré: vestirlo de diferentes cosas. Youta tiene una linda cara, no debemos desaprovechar la juventud y la belleza de los adolescentes (sonríe malicioso)

Haruomi: ¿Por qué fue Sakura tu opción para entrenarlo?

Kiichi: Porque Sakura tiene mucho talento. . .además de que sé sobre su complejo de hermano mayor y Youta tiene precisamente la edad de su hermanito. Pensé que seria divertido.

Haruomi: la palabra: akuma ¿te dice algo? (sigue sin creerlo capaz de tanto).

Kiichi: la utilizan mucho como sinónimo de mi nombre (sonríe travieso).

Haruomi: ¿Por qué entrenaste a Youta en casa?. . . ¿por qué dijiste que tomarle fotos y vestirlo como querías era su entrenamiento? (se colorea al recordar el manoseo de Kiichi sobre el muchachito)

Kiichi: No podía llevarlo al club, alguien podía tomarlo como un anfitrión y las cosas saldrían de control

Haruomi: al menos pensaste en su seguridad (respira tranquilo)
Kiichi: si, pero también en la comodidad. Si Reiji se enteraba que lo vestiría yo mismo y que escogería los atuendos seguramente tendríamos una seria discusión (respondió realmente serio).

Haruomi: Lo sabia (llora resignado), solo pensaste en ti.

Kiichi: Tú también te divertiste (se acerca seductor) me dirás que no fue tu motivación para esa noche ¿mmm...? (acaricia lascivo a un enrojecido Haruomi que opta por alejarlo)

Haruomi: (Aclara su garganta) ¿Por qué le diste los chocolates? El es menor. . .

Kiichi: ¿tengo que responder a eso? (Haruomi lo ve serio, suspira resignado a responder) pensé que surtiría efecto como con Reiji. Lamento que su relación no fuera tan cercana como la de mi hermano y Naoya, de haberlo estado los chocolates habrían sido suficiente (afirma confiado, es todo un experto)

Haruomi: ¿Por qué vestirlo de mucama?. . . ¿por que los disfraces?

Kiichi: Esta claro que los disfraces son del agrado de Wataru. . .

Haruomi: No creo. . . (Gotita)

Kiichi: Si lo son, recuerdo claramente cuando Naoya se disfrazo en noche de brujas y Wataru mojo sus pantalones. . .

Haruomi: ¿Cómo recuerdas eso? Fue hace mucho tiempo, Wataru era un niño. . .

Kiichi: Pensé que ese dato algún día me seria útil. . .Wataru tiene un fetiche por los disfraces (sonríe malicioso)

Haruomi: ¿Por qué Youta? ¿Cómo sabias que existía atracción?

Kiichi: Eso es fácil una vez que convives con alguien como Reiji (en algún lugar estornuda el presidente del Blue Boys) suelen ver de “ese modo” todo lo que consideran de su propiedad. Wataru veía así a Youta cada vez que lo visitaba.

Haruomi: ¿eso no es normal? Cualquiera te ve de ese modo cuando estas manoseando a alguien.

Kiichi: La gente común no lo hace, solo los del tipo como Reiji y Wataru. Los que son como Naoya o Youta simplemente confían y les agrada mi sonrisa, no pueden negarse (sonríe amistosamente, deslumbrando a Haruomi que tiene que cubrir sus ojos debido al resplandor)


Y esto ha sido todo, sobra decir que la relación entre Kiichi y Haruomi es de lo más estable.
¡Arigato por leer!
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blue love cap 4

CAPITULO IV
A un mes de lo sucedido, Naoya visitaba en compañía de Aoe a un sonriente Youta que lucia su uniforme de colegio mientras servia el te a los invitados.
Youta era considerado un allegado de la familia, ya no mas un sirviente. Wataru había logrado obtener el resguardo del menor, no obstante, las cosas no habían cambiado mucho entre ellos, de ahí que decidiera hacer a un lado su orgullo para acercarse a Reiji.
Aoe le acompaño hasta su estudio, teniendo el pretexto de entablar una conversación de negocios.

- ¿Cómo lo hiciste? – interrogo sin tacto Wataru al solo cerrar la puerta.
- Hacer ¿Qué? – sonó desdeñoso.
- Que Naoya confiara en ti, que durmiera contigo, que este así de estupido por ti ¿Cómo lo hiciste? – Reiji no evito reír escandaloso al escucharle, haciendo que el muchacho se coloreara mientras giraba su rostro y evitaba enfadarse con el que podía darle consejo.
- Déjame adivinar – reía autosuficiente, divertido, disfrutando de ese momento mientras se sentaba ufano sobre la silla tras el escritorio - ¿no lo han hecho desde “ese” día?
- Youta volvió a dormir en su recamara – balbuceo molesto – solo me besa y eso pero de ahí huye a la mas minima provocación de volver a hacerlo.
- Es extraño – dijo pensativo – no le dolió, la droga que Sakura le puso debía evitar el dolor.
- Tienes que recordarme que todo fue una treta ¿cierto? – recriminaba enfadado, arrepintiéndose de haber pedido ayuda.
- No, solo entiendo lo que pasa – afirmo confiado, sonriendo malicioso – Youta tiene miedo, no del dolor, sino de perder lo que tiene. Va a sonar estupido pero, si es como dicen que se le parece un poco a Naoya – comento incrédulo, para Reiji nadie podía ser mínimamente parecido a su Naoya – probablemente tiene miedo de perderte, de que lo botes.
- ¡pero no lo haré! – grito, logrando que Reiji cubriera su oído izquierdo
- ¡No me lo digas a mí! – reprendió – vas a tener que presionarlo. Oblígalo a dormir contigo, déjale en claro que no toleraras que siga durmiendo aparte.
- ¡eso es fácil decirlo! – le respondía desafiante, acercando su rostro al del mayor que le veía molesto.
- ¡Si yo pude creo que tú también puedes!.
- ¡¿Qué?! – se coloreaba – tú. . .tú y Naoya ¿pasaron por esto?- Reiji suspiro profundo, no tenia por que avergonzarse.
- Youta debe tener dudas, miedos – hablo seriamente – se firme, pero no lo fuerces a hacer algo que no quiera. A menos que quieras volver a salvarlo de otra situación desesperada. . .
- ¿Cómo hacerlo?. . .
- No se, esa es tu tarea mocoso – dijo, golpeándole como acostumbraba: con uno de sus dedos sobre la frente. Saliendo del estudio con una sonrisa dibujada sobre su rostro.
- Espera – le frenaba a mitad del pasillo - ¿Cómo fue? ¿Qué hiciste? – Reiji froto pacientemente la parte alta de su nariz, respiro hondo. . .
- Vacíe una botella de vino sobre el sillón donde dormía Naoya mientras le decía que fuera “buen niño” y durmiera en la cama, conmigo – Reiji hablo rápidamente y en un tono bajo, haciendo a un lado al sorprendido muchacho una vez que termino de contar aquello, para amenazar a distancia en tono áspero – te matare si le dices algo de esto a Naoya.

Wataru espero paciente, pensando como hacer lo que Reiji había aconsejado. No podía vaciar una botella de vino sobre la cama de Youta, eso no funcionaba con ellos.
Al terminar la cena decidió esperar a Youta dentro de su recamara.

- ¿Qué haces aquí? – se sorprendió Youta al entrar a su habitación y verle sentado sobre la cama.
- He esperado, – hablo tranquilo, acercándose lentamente al menor que le veía temeroso – he sido paciente ¿Cuánto mas seguirás durmiendo lejos de mí? – le cuestiono mientras le sujetaba entre sus brazos con suavidad, sintiendo el ligero estremecimiento en el cuerpo de Youta – quiero estar contigo – susurro sobre su oído.
- Yo. . .no tengo “eso” dentro – murmuro, refiriéndose al estimulante - ¿va a doler?.
- Puede que no te guste, puede que te desagrade, yo no se. . .- comenzó a soltar sus dudas, sus miedos. Los que fueron callados por un sutil beso que de a poco se volvió más y más profundo.
- A partir de hoy – le dijo viendo esos oscuros ojos – dormirás en mi habitación como el “buen niño” que eres y que quiero.

Youta sonrió al escucharle decir lo último, aforrándose al cuerpo de Wataru mientras le besaba torpemente.
De esa noche la habitación de Youta quedo vacía mientras la de Wataru se llenaba no solo de ropas nuevas y de talla menor, sino de besos, caricias y. . .uno que otro disfraz.

FIN.
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blue love cap 3

CAPITULO III
Siendo las seis de la mañana del lunes el teléfono sonaba insistente dentro de la casa Haitani. Una de las sirvientas atendió el llamado que fue dado al amo de la casa quien se enfureció al reconocer el cínico saludo.

- ¿Cómo te atreves a llamar luego de lo que haces? – soltó molesto Wataru a un “inocente” Kiichi.
- ¿Pero que hice? Solo llamaba para saludar a Youta – sonaba animado.
- ¡No! – volvía a vociferar, atrayendo la atención del muchachito que entraba al comedor vestido con su uniforme escolar - escúchame bien – amenazaba mas calmado al ver la mirada asustada de Youta – tienes prohibido acercarte a Youta, tienes prohibido volver a sacarlo de sus lecciones y mucho mas el darle ese tipo de “obsequios”.
- Pero si eso fue solo un malentendido – se explicaba Kiichi – Youta debió tomar la caja equivocada, yo claramente le dije que tomara la caja de chocolates de la derecha.
- ¡¿Cómo vas a mezclar un tipo de chocolate con otro?! –volvió a enfurecerse, logrando un respingo en el delgado cuerpo sentado a su lado luego de verlo azotar el aparato sobre la mesa - ¡te prohíbo que salgas con Kiichi! – le amenazo, sin importarle la mirada de enfado que el menor le dedicaba – a partir de hoy he encargado a alguien para que te lleve y te recoja de las lecciones.
- Pero. . .- intentaba defenderse Youta. El no era un niño y no quería que lo tratasen como si lo fuera.
- He dicho – sentencio el mayor. Viéndole de esa forma que bien sabía era decisiva.

Youta salio malhumorado, detestaba que Wataru solo le viera como a un crío, detestaba que le despreciara y mas que lo sobreprotegiera con el afán de no tener problemas con Naoya. Porque a eso se debía la vigilancia, Youta no creía que Wataru realmente se encontrara preocupado por el, estaba convencido que todo aquello tenia el único fin de no contrariar a Naoya.
Pasado el medio día un cabizbajo Youta resentía la ira de Wataru, quien había decidido inscribirlo de lleno en el instituto sin importarle el hecho de no haber concluido su regularización. Suspiraba resignado cuando claramente escuchaba su nombre por el altavoz, siendo solicitado en la sala de profesores.
Se sorprendió al ver a un risueño Kiichi saludando a lado de su profesor, quien sostenía un documento medico, el que le daba la salida para que se le realizara una serie de estudios. Fue esa treta la que le permitió salir del colegio en compañía de Kiichi quien le decía que ya se encontraba listo para comenzar a trabajar dentro del club.
Youta pareció titubear por un momento. . .

- Wataru me dijo que no debía . . .- balbuceaba apenado, logrando dibujar un gesto divertido en el rostro de Kiichi que comprendía a la perfección los sentimientos del muchacho.
- ¿Salir conmigo? –completo la frase – decide Youta: saldas tu deuda con Wataru y le demuestras que ya no eres un niño o le obedeces y sigues siendo tratado como hasta ahora hasta que el se canse de tener a alguien tan infantil como tu – el pelinegro le vio molesto. Quería demostrarle a Wataru que el ya no era un niño, quería que le viera como algo mas, que le tomara en serio.
- Voy a saldar mi deuda – respondió .
- Bien. . – sonreía Kiichi. Conduciéndolo hasta el automóvil donde Haruomi les aguardaba para conducirlos al edificio del consorcio Aoe.

Para las cuatro de la tarde Wataru se encontraba un paso más allá de la histeria. El chofer le había informado sobre la ausencia de Youta en el colegio al que fue para encontrarse con la solicitud de exámenes médicos firmada nada menos que por el supuesto medico de cabecera del estudiante. Había ido a la residencia Aoe para encontrarla vacía, habiendo registrado cada habitación por si mismo muy a pesar de la servidumbre a la que Kiichi había dejado la instrucción de permitirle el paso. Llamaba al móvil del medico y sonaba fuera de servicio.
Wataru conducía sin rumbo hasta que una luz roja detuvo su marcha, respiro hondo y sintió que el aliento le volvía. Giro el vehiculo mientras hacia una llamada. . .

- ¡¿Dónde esta?! – grito ni bien escucho que le respondieron. Reiji, que ya esperaba algo así, mantenía el aparato alejado de su cabeza.
- ¿Quién? – le molestaba, le encantaba sacar de sus casillas al mocoso.
- ¡Sabes perfectamente que estoy hablando de Youta! – reclamo - ¡tu pervertido hermano lo secuestro de la escuela esta mañana!
- Ah, hablas del mocoso nuevo – sonó indiferente mientras Wataru sentía que el aliento le faltaba.
- ¿Qué quieres decir?
- Ven a la oficina, te espero para entregarte tu dinero.

Reiji colgó dejando a un pálido Wataru que tembloroso veía su móvil. Acelero el vehiculo para llegar cuanto antes al club de Aoe. En la recepción le estaba esperando Kashima para conducirlo a la oficina del presidente.

- Entrégame a Youta – exigió al entrar a la oficina y ver a Reiji cómodamente sentado tras su escritorio.
- Aquí lo tienes – extendía un cheque por poco mas de cincuenta millones a Wataru, quien le veía incrédulo.
- ¿Qué es esto? – preguntó en medio de una sonrisa irónica. ¿Qué se suponía que representaba eso?
- Es el pago de la deuda de Youta, te estoy comprando su deuda – explicaba serio Aoe
- ¡¿Qué crees que es Youta?! – azotaba el cheque sobre el escritorio, queriendo saltar sobre un malencarado Aoe.
- El mocoso vino a mi pidiéndome saldar su deuda contigo – soltó Reiji viéndole desafiante.
- Eso no es cierto. . .- balbuceo Wataru – Youta no haría eso. . .
- Pues lo hizo – aseguro Aoe – así que tu tienes tu pago y el tiene una ocupación – arrojaba una carpeta sobre el escritorio. carpeta que abrió Wataru, sorprendiéndose al ver el contenido.
- ¿verdad que luce muy bien? – preguntaba Kiichi, que al entrar a la oficina se había percatado de que Reiji ya le había entregado las fotografías a Wataru.
- ¿Qué es esto? – murmuro el sorprendido muchacho al ver las fotografías de Youta vistiendo diversos atuendos: uno de colegial, de sirvienta, de jugador de soccer, en traje de baño escolar, incluso de maleante.
- Acabamos de remodelar varios pisos del complejo – explicaba Reiji – la razón es la inauguración de una nueva sección dentro del club, solo para miembros exclusivos. La “Blue Love” es una zona donde los sueños se hacen realidad – sonreía malicioso ante la ingenua mirada de Wataru.
- Aquí los clientes son capaces de cumplir sus fantasías – terminaba de explicar Kiichi, conduciendo al visitante a la zona de cámaras, donde pidió monitorear el área del “Blue Love” - ¿has pensado tener sexo en un vagón de tren? – interrogaba al tiempo que señalaba una pantalla donde se mostraba claramente un vagón de tren donde una pareja mantenía relaciones sin importar las demás personas a su alrededor.
- Pero. . .- quería entender Wataru.
- Es falso – explico Reiji – remodelamos las habitaciones de los pisos ocho a doce con diferentes escenarios: vagón de tren, de metro, autobús, salón de clases, interior de un avión, bodega de deportes de colegio, cafetería, un bar. . .todos aquellos rincones donde la gente alguna vez ha tenido la fantasía de tener relaciones. . .
- Así es – siguió Kiichi – brindamos a nuestros clientes el lugar para cumplir sus fantasías y a la persona adecuada para llevarlas a cabo – señalaba las imágenes de Youta.
- Resulta ser que el mocoso encaja a la perfección con el concepto – dijo Reiji – es bastante versátil con los disfraces así que no dudo que termine de pagar su deuda rápidamente, será de los mas cotizados en este concepto – sonrío malicioso ante la molesta mirada de Wataru – ve tu mismo – señalo una pantalla donde se apreciaba un salón de te en donde Youta forcejeaba envuelto en un atuendo de mucama con un sujeto que no dejaba de masturbarlo.
- ¿Qué habitación es esa? – exigió Wataru a un intimidado operador que luego de ver a Reiji respondió.
- Piso nueve, habitación del te, es la numero 907 – Wataru salio molesto.
- El mocoso trabaja para mi – señalo Reiji.
- Eso no es cierto – afirmo Wataru al tiempo que rasgaba el cheque y las fotografías para lanzarlas al aire, saliendo a toda prisa de la oficina.
- ¿contento? – interrogo Aoe a su hermano.
- Pensé que los chocolates bastarían – suspiro resignado.
- ¡¿Le diste chocolates a Youta?!- regañaba Reiji a Kiichi - ¡¿cuándo dejarás de hacer esas cosas?!
- Funciono contigo. . .además esa practica es algo que tu también haces – callo malicioso a su hermano.
- Señor – interrumpía el empleado - ¿llamo a seguridad?
- No, Sakura sabe que hacer – sonrió nuevamente con malicia Kiichi mientras Reiji asentía cómplice.

Wataru corría a toda velocidad, tomo el ascensor hasta llegar al noveno piso y la habitación 907, la que abrió de una patada para enfurecerse al ver como Youta era estrujado por un sujeto que no distaba mucho de su edad. El de cabellera castaña sostenía sobre sus piernas a un excitado Youta que gemía ante las caricias que le propinaba sobre su erección.

- ¡Suéltalo! – ordeno Wataru al tiempo que golpeaba a Sakura para arrebatarle a un desorientado Youta que fue jalado fuera de la habitación y del edificio. - ¡¿Qué demonios piensas?! – grito furioso al momento de subir al asustado Youta al automóvil.
- Aoe san pagaría mi deuda contigo – dijo enfadado, sujetando el volumen de la corta falda que llevaba puesta.

Hasta ese momento fue que Wataru noto la exótica vestimenta de Youta. Había sacado al muchachito con el disfraz de mucama puesto, tenia a Youta dentro del auto con un corto vestido negro de mandil y adornados listones blancos al igual que las medias que se resbalaban ligeramente sobre la pálida piel de sus entreabiertas piernas debido a la carrera que le hizo tener.

- Iremos a la casa – sentencio Wataru ante la mueca del menor.
- Tu solo me quieres ahí para que Naoya san no se enfade contigo – lloriqueo Youta – ¡si tanto quieres a Naoya san ve y haz algo por ti mismo!. . .no me utilices – susurro lo ultimo entre su llanto.
- ¡BAKA! – grito enfadado Wataru - ¿Quién te esta utilizando para eso? ¡Naoya es mi hermano! – sorprendió a Youta con su declaración y a si mismo, al confesarse finalmente que los celos como otuoto le estaban consumiendo – tengo complejo de hermano menor – dijo ruborizándose.
- Entonces. . .- se acercaba inocente Youta - ¿puedes quererme a mí? – el muchachito sintió que había oportunidad para el de tener una familia, de ya no estar solo mientras Wataru solo podía verle sobre su cuerpo a medias, estrujando uno de los desnudos glúteos, recordándoles a ambos la inexistencia de ropa interior - ¡ah! – jadeo Youta, cubriendo su boca al tiempo que se coloreaba.
- Vamos a casa – dijo con desesperación Wataru mientras lamia malicioso sus labios, estrujando descarado ambos glúteos, logrando con ello un nuevo y mas intenso gemido por parte del pequeño pelinegro que fue rápidamente callado por ese necesitado beso que le propinaba el mayor mientras le acomodaba suavemente sobre el asiendo trasero del auto.

Al llegar a la residencia Haitani, Youta fue nuevamente jalado, conducido del brazo hasta la habitación del mayor ante la sorprendida y escandalizada mirada de algunas mucamas y el mismo Yaegashi.
Wataru no se detuvo hasta haberlo tumbado sobre su cama, donde el muchachito se quejo para ser nuevamente callado por la ansiosa boca de su jefe que no dejaba de besarlo. Youta se ruborizaba al sentir esa lengua abriéndose paso dentro de su cavidad mientras sus manos peleaban por detener el paso del las adiestradas manos de Wataru que se perdían por encima y debajo de sus ropas.

- ¡Ah! – se quejo Youta, asustando al mayor que se separo ligeramente para verle preocupado.
- ¿Qué pasa? ¿te lastime? – acariciaba tierno al muchacho que le veía lagrimeante
- Algo. . .- murmuro lloroso mientras juntaba sus piernas – ese tipo me puso algo adentro- Wataru le vio sin saber si debía excitarse con eso o alarmarse. Difícil de decidir al ver a Youta en esa postura sobre la cama y con ese atuendo que no podía explicar el porque le enloquecía tanto.
- Espera. . .- humedecía sus labios, quería calmar a Youta, quería que no se asustara – voy a revisarte.

Wataru sujeto con fuerza a Youta, quien no se veía muy convencido sobre lo que hacia. Deslizo su mano hasta los glúteos, abriéndose paso entre caricias hasta toparse con la entrada de Youta que jadeaba al sentirle. . .

- Estas húmedo y muy dilatado – Wataru introducía con facilidad un par de falanges dentro del cuerpo de Youta. Extasiándose al verle gemir entre sus brazos
- Se siente. . .caliente. . .- decía entre jadeos.
- Debió ser algún afrodisíaco – explico mientras le besaba intoxicado el cuello. Sorprendiéndose al sentir ese agarre sobre su ropa.
- No me dejes – suplicaba a media voz Youta.
- ¿Por qué te dejaría? – le calmaba.
- Por que soy un niño, eso dijiste la ultima vez y me dejaste- reclamo mientras cedía al ritmo impuesto por la mano de Wataru.
- Tonto – rió satisfecho – si te deje fue porque pensé que podría hacerte daño pero . . .- volvió a besarle profundamente, introduciendo sin vergüenza su lengua hasta dejar al menor sin aliento – me doy cuenta de que eres bastante fuerte – declaro mientras se deleitaba al verle moverse necesitado, deseoso por su tacto.

Wataru le beso hasta saciarse, bajando de sus labios al cuello para regresar a ese ruborizado rostro y volver al cuello. Al cabo de unos minutos el mayor se despojaba de sus ropas ante la inocente mirada de Youta quien se retiro un par de listones a modo de aflojar su atuendo.

- No – le detuvo Wataru.
- Pero tu. . .
- tu estas bien así – explico excitado Wataru, acariciando lascivo las piernas sobre las medias mientras las separaba con suavidad hasta ubicarse sobre el erecto miembro de Youta, que gimió al sentir su respiración sobre tan sensible zona.
- Wataru. . .- jadeo tembloroso Youta al sentir como el mayor le lamia e introducía su pequeño miembro dentro de su boca.

El mayor saboreo aquella parte hasta sentirla derramarse dentro de su boca, sonriendo con malicia al ver que la erección no cedía. Definitivamente Youta había sido drogado, su entrada destilaba una humedad perfumada, era evidente que le habían introducido una capsula estimulante. Wataru retiro la blusa del pecho de Youta, dejándole únicamente el pequeño mandil que cubría a medias sus sonrosados pezones, los que estrujo y lamió mientras se frotaba sobre la excitada entrada del muchacho que jadeaba bajo su cuerpo. Separo aun mas sus piernas, apreciándole aun erguido, con sus ojitos llorosos y el delgado cuerpo sonrosado. Lamió sus labios mientras se rozaba con más descaro, disfrutando al verlo estremecerse y gimiendo bajo su cuerpo.

- Por favor. . .- suplico finalmente Youta, estrujando las sabanas en espera de saciar su excitación.
- Esta bien – jadeo deseoso Wataru, introduciéndose de a poco en esa tibia carne. Estrujando las piernas de Youta intentando atraerle aun mas hacia su cuerpo.

Bajo su torso para clavarse totalmente dentro de la calidez que le brindaba el agitado muchacho. Le beso hambriento para poder comenzar a moverse, jadeando sobre el enrojecido rostro de Youta que cerraba sus ojos a modo de dejarse llevar pues sentía hervir su sangre, que su corazón saltaría fuera de su pecho y que su pene explotaría debido a la excitación. Sin pensarlo jadeaba el nombre de Wataru, a cada embestida, a cada mordida que el mayor le acomodaba sobre la piel mientras el se sujetaba de su espalda, mientras le besaba la desnudes del torso, envolviéndole entre sus piernas las que se resbalaban debido a las medias que a tirones decidió retirar Wataru.
Youta elevaba necesitado su pelvis, acoplándose con el movimiento de su amante quien decidió cambiar los papeles al tirar del delgado cuerpo para acomodarlo sobre el suyo. Wataru se deleito al verlo montado sobre él, su pene se dejaba ver ligeramente bajo el arrebolado fondo de la falda y el delantal se escurría sobre sus hombros dejándole apreciar al máximo la desnudes del pecho del excitado muchacho.

- Muévete un poco – ordeno lamiendo ansioso sus labios. Disfrutando de tener a Youta de ese modo mientras el menor intentaba satisfacerle al tiempo que saciaba su necesidad por sentirle.
- ¿Así? – jadeo, apoyándose con delicadeza sobre el pecho de Wataru que ceñía sus facciones debido al esfuerzo que sus cadenciosas embestidas generaban.
- . . .- el mayor solo asintió mientras le sujetaba de la cintura con una mano, levantando la arrebolada falda con la otra para apreciar de mejor forma la actividad. Jadeando al ver la pequeña hombría de Youta frotándose sobre su abdomen.

El ritmo se acelero, Wataru saciaba su deseo frotándose afanosamente dentro de la apretada cavidad. Youta le ceñía con sus piernas, gimiendo mientras se masturbaba por instinto, logrando esparcir su semilla sobre el pecho de su amante que le tumbo nuevamente sobre la cama. Elevando sus piernas a modo de penetrarle mas a fondo.
Youta gemía sobreexcitado, sujetándose del cuerpo del mayor que le besaba a medias mientras le acariciaba con torpeza.
Wataru sentía venir su orgasmo, quería llenar a su amante, hacerlo suyo. Sujetó con fuerza la pelvis del pelinegro para embestirle con brios, para descargarse en lo más profundo de ese cuerpo, para saciar su deseo por Youta.

- No vuelvas a hacer una tontería así – regaño a un apenado Youta que se acomodaba sobre su pecho respirando agitadamente.
- Lo siento – murmuro, dejándose arropar entre los brazos de Wataru.
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blue love capitulo 2

CAPITULO II
Youta ya llevaba un par de meses dentro de la casa Haitani, tiempo durante el cual prestaba sus servicios a la entera atención del joven amo de la casa. Siendo frecuentemente visitado por Naoya y, de entre esas veces, un par de ellas fue acompañado por un malencarado Aoe o por un insistente Kiichi, de quien se podía decir ya tenia ganada la confianza del muchachito.
Wataru le permitía atender a sus visitas y siempre estaba presente, molestándose por esas miradas de Aoe o esos innecesarios acercamientos de Kiichi sobre Youta, que no parecía darse cuenta en lo absoluto de las intensiones del medico.
El amo de la casa suspiro cansado, acababa de marcharse Naoya y Reiji. Últimamente el recibir sus visitas ya no resultaba tan placentero como antes ni esos gestos de afecto entre ellos le resultaban tan desagradables. Últimamente podía decirse que era inmune a todo lo proveniente de esa pareja. No obstante, era entretenido ver el rostro de Youta en reacción al comportamiento entre ellos. Sonrió nuevamente al recordar el reciente gesto que ese roce entre los mayores genero en Youta, quien recogía el servicio al tiempo que cuestionaba a su jefe

- Naoya y Aoe san tienen “ese” tipo de relación ¿verdad? – Wataru escupió el te por inercia al escucharle decir eso. La mirada inocente de Youta le veía respirando agitado y limpiándose los labios
- Pues. . .si, ellos son “unidos” – respondió nervioso
- Ya veo – dijo pensativo Youta – de no verlo, nunca hubiera creído que se podría formar una familia de entre desconocidos – Wataru le vio incrédulo. Youta se refería a su manera de apoyarse el uno del otro, a la convivencia entre ambos y no a. . .
- Jajajajaja – el mayor río a todo pulmón, enojando a Youta que no entendía la causa de su diversión – eres demasiado tonto

Youta salio enfadado de la habitación, no se quedaría a verle mofarse de el. Wataru respiro con calma, luego se disculparía con el pelinegro o le daría alguna cosa que le obligara a disculparle. Ese era un truco que recientemente había aprendido, luego de ver como una de las cocineras había ganado la confianza del mocoso al prepararle o apartar una ración especial de Mouse de chocolate. Youta simplemente sonreía agradecido y ayudaba sin rechistar en las pesadas labores de la cocina.

- Señor – le llamaba Yaegashi al tiempo que entrecerraba la puerta del estudio- el joven Naoya ha confirmado su visita de mañana
- Entonces asegúrate de tener libre mi agenda en ese horario, deseo estar en casa para cuando Naoya venga
- Considérelo hecho – sonreía cómplice Yaegashi - al menos eso se obtiene de mantener a ese muchacho en la casa – se quejaba el secretario quien seguía sin tolerar el carácter de Youta
- Por que otra razón lo mantendría en la casa – Wataru reía sarcástico, sin notar como un sorprendido Youta contenía el aliento tras la puerta. Había olvidado retirar el servicio y por temor a ser reprendido en la cocina decidió volver por el, topándose con esa conversación – si botaba a Youta seguramente Naoya habría dejado de hablarme por mucho tiempo. Al mantenerlo aquí Naoya viene mas seguido a la casa y yo no tengo problemas con Aoe por eso.
- Cierto, si solo le hubiera dejado por obligarle a pagar esa deuda pasarían años antes de que el mocoso lograse pagar todo lo que debe

Youta se alejo lloroso del lugar, no entendía por que escuchar eso le dolía. Se reclamo en su habitación la torpeza de haber faltado a su promesa de no confiar en las personas. “Nadie da algo a cambio de nada” esa era su filosofía ¿en que momento la había perdido?
El pelinegro rebusco entre sus cosas hasta encontrar aquella tarjeta que Kiichi le había dado durante una de sus visitas, en silencio se escabullo hasta una de las habitaciones desde la cual podía realizar esa llamada

- ¿Kiichi san? – intento no sonar desesperado pero lo lloroso de su voz era perceptible a mas de que estaba claro que hablaba casi en un susurro.
- No, ¿Quién le llama? – preguntaba Haruomi mientras hacia señas a Kiichi para que dejara de beber su te y se acercara a escuchar.
- Hem. . . ¿se encuentra Kiichi san?
- ¡Youta! – arrebato el teléfono de las manos de Haruomi.
- Kiichi san yo. . .- quería ser fuerte pero nuevamente el llanto afloraba. Una vez mas faltaba a su regla de no confiar pero.
- ¿Estas bien Youta? ¿necesitas algo? Sabes que puedes confiar en mi
- Necesito trabajar. . .
- ¿Trabajar? Pero si estas en casa de Haitani, ya no tienes una deuda y tu trabajo es bueno.
- Necesito pagar mi deuda a Wataru cuanto antes. . .- Youta contó a Kiichi lo recién descubierto.

Kiichi respiro profundo luego de dar las indicaciones al menor y colgar. Haruomi le veía curioso, sabía que Kiichi tramaba algo por las cosas que había dicho a Youta.
Esa noche los hermanos Aoe se reunieron a petición del mayor quien planteo su plan a Reiji.

- Cierto que Wataru necesita un escarmiento – reconoció Reiji – pero ¿Por qué Youta? No creo que ese mocoso le interese en lo mas mínimo.
- Como siempre Reiji, no eres capaz de ver los detalles – sonrío divertido Kiichi – tu solo encárgate de hacer las cosas de acuerdo al plan, yo no me equivoco- Haruomi solo rezaba en sus adentros por que aquello fuera cierto.
- Eso espero, de lo contrario tu serás el encargado de darle las explicaciones a Naoya.

Kiichi sonrió malicioso cosa que preocupaba a los dos hombres que compartían la misma habitación.
Durante la semana Youta siguió las instrucciones de Kiichi, creyendo que al hacerlo estaba realizando su entrenamiento para ingresar al club de Reiji como anfitrión.
“esa es la nunca alternativa para obtener rápidamente el dinero. Yo personalmente convenceré a Reiji de saldar toda la deuda a cambio de que te quedes a trabajar en el club” esas fueron las palabras de Kiichi y Youta creía ciegamente en ellas.
Kiichi le había ordenado faltar a sus asignaturas, las que a petición de Naoya le habían dejado cursar para que normalizara su educación. Youta se encontraba con Kiichi cada mañana dentro de la residencia Aoe donde el experimentado sensei se encargaba de adiestrar al supuesto nuevo trabajador del club.
Todo marchaba de acuerdo al plan, la primera semana de entrenamiento estaba por concluir cuando un malhumorado Yaegashi abordaba a un cansado Wataru que volvía de la universidad y se disponía a descansar en su habitación.

- Señor – llamo afligido.
- ¿Qué sucede Yaegashi? – respondió con fastidio, deteniendo su andar para que le dieran alcance.
- Es sobre ese muchacho – Wataru giro algo sorprendido. Yaegashi siempre tenía quejas de Youta pero nunca alguna que le hicieran comportarse de un modo tan alterado. Vio fijamente a su secretario, exigiendo una explicación – Youta ha faltado a sus lecciones toda la semana. Acaba de llegar su asesor para dejarle sus deberes y confirmar su mejoría de salud.
- ¡¿Qué?! – Wataru no podía creer lo que escuchaba. Youta salía cada mañana, durante la semana entera había estado saliendo. - ¡¿Dónde esta Youta?!
- Aun no vuelve de sus lecciones – mascullaba molesto Yaegashi – incluso dejo aviso en la cocina de que volvería tarde, dio pretexto de que pasaría por un libro. . .

La mirada de Wataru era de temerse. Estrujo el papel que recién había arrebatado a Yaegashi, donde se hallaban las indicaciones de sus lecciones, para dirigirse encolerizado a la habitación de Youta. Reviso cada rincón de esta, cada cajón, cada espacio, no había nada. Youta se comportaba demasiado atento, durante la semana su carácter se le veía más risueño, más cooperativo. A cada momento Wataru sentía que su enojo crecía, creyó que finalmente Youta se había acostumbrado a ese ritmo de vida creyó que ya no tenia que preocuparse por el, que finalmente Youta le tenia confianza.
Pasaban de las siete cuando un agotado Youta se internaba en la enorme casa, intentando no ser visto, queriendo solo llegar a recostarse. Llego a su habitación, la que encontró iluminada, entro para toparse con un enfurecido Wataru sentado sobre su cama.

- ¿Dónde estabas? – cuestiono molesto
- Yo. . . me tarde en encontrar un libro. . .- se excuso Youta, sintiéndose sin ganas de recibir aquel regaño.
- ¡Mentira! – reclamo Wataru, poniéndose en pie para restregar el papel sobre la nariz de un agitado pelinegro – aquí dice que faltaste toda la semana, que argumentaste estar enfermo, que no... - el mayor ceso el reclamo al escucharle respirar de un modo tan irregular. Sujeto con fuerza a Youta para elevar su rostro y verle sudoroso, toco su frente y esta se sentía ligeramente afiebrada.
- No me siento bien. . .- declaro finalmente el muchachito que se dejo atrapar por el mayor.

Wataru le sujeto para acomodarlo sobre la cama, la respiración no era normal, su temperatura. Se asomo fuera para solicitar a Yaegashi llamar al medico con urgencia, algo no estaba bien con Youta.

- ¿Dónde has estado? – pregunto en tono preocupado a un semiinconsciente pelinegro que no respondió – Youta ¿Qué has estado haciendo? – le interrogo nuevamente enfadado, le desesperaba no saber lo que le sucedía.
- . . . – Wataru no recibió respuesta. Molesto tomo la mochila de Youta, botando su contenido fuera, queriendo encontrar algún indicio de su comportamiento, de su malestar y fue cuando el sonido de esa caja hueca le hizo abrir los ojos con espanto.
- ¿Por qué tienes esto? – interrogo, colocando la caja vacía de chocolates frente al rostro del muchacho - ¡¿Quién te dio esto?! – se desespero, agitando el débil cuerpo en busca de una respuesta. Wataru reconocía esa caja de uso exclusivo para el negocio de Aoe. Sabia de sus consecuencias debido a la prevención de Naoya, quien le advirtió a cierta edad sobre no aceptar ese tipo de obsequios por parte del hermano mayor de Aoe.
- Kiichi san me los dio. . .- lloriqueaba Youta – dijo que los comiera al llegar a casa pero. . .el camino se hizo largo y tenia hambre y. . .- el muchachito no pudo seguir debido al llanto generado por ver el enfurecido rostro de Wataru.
- ¡¿Te los comiste todos?! – volvió a agitarle molesto - ¡¿sabes que es esto?!
- Son solo chocolates – balbuceaba inocente Youta – Kiichi san me los dio por haberme portado bien durante la semana – soltó sin pensar, incrementando la molestia del mayor
- ¡¿estuviste con Kiichi toda la semana?! – Youta le vio asustado.

Wataru le vio furioso, sintió hervir la sangre al escucharle decir que los chocolates eran el producto de su “buen comportamiento”.
Yaegashi se asomo para informar sobre la llegada del medico pero fue echado de inmediato por su malencarado jefe que no paraba de gritar a Youta.

- ¿Por qué no le agrado? – pregunto Youta entre sollozos, calmando el enfado de Wataru al escucharle preguntar eso en aquel tono excitado.
- Tu me agradas. . .- respondió sin pensar.
- No es cierto, solo me tiene aquí para tener cerca a Naoya-san – sin darse cuenta, Youta tenia demasiado cerca de Wataru, el que aprovechaba el correr de la droga por aquel cuerpo para sujetarlo sin ser malinterpretado.
- ¿Kiichi te dijo eso? – interrogaba al tiempo que rozaba sus labios con los del tembloroso muchacho que agitaba nervioso la cabeza en una negativa.

Wataru detuvo aquel movimiento al imprimir sus labios sobre los del agitado muchacho que no opuso resistencia a su beso ni a las caricias que se dejaron sentir sobre su cuerpo. Youta sintió como su cuerpo era presionado sobre el colchón debido al peso del que se acomodaba sobre de el sin dejar de estrujarle o de besarle. Sin pensarlo el muchachito separo sus labios para gemir, asustándose no solo al escucharse sino al sentir esa humedad en su ropa interior. El mayor sonrió al percatarse de aquello, cosa que molesto a Youta al grado de empujarlo hasta alejarlo. La droga aun surtía efecto sobre su sistema, Wataru fácilmente habría podido recuperar su postura sobre ese necesitado cuerpo pero, sabía que eso solo lograría distanciarlo aun más con Youta.

- Niño. . .- soltó en medio de una sonrisa Wataru, para salir de la habitación de una buena vez antes de cambiar de opinión y ceder a su impulso por devorar a Youta.
- ¡No soy un niño! – vocifero el pelinegro sin entender el motivo de que lo abandonara – no soy. . . un niño – sollozo finalmente, maldiciendo el haberse comportado tan infantil.

Youta se hizo un ovillo sobre la cama, quería que ese ardor y ese calor sobre su cuerpo terminaran, que el dolor sobre sus genitales pasara de una vez. Quería que Wataru no se hubiera marchado, que le viera como lo hacia con Naoya. El pelinegro lloraba y ya no entendía si se debía a su malestar físico o al hecho de saberse rechazado por ese sujeto al que creía despreciar.
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blue love capitulo 1

CAPITULO I
Han pasado nueve años. Un respetado académico termina su cátedra dentro de la Universidad Central. Shirakawa Naoya, uno de los más importantes profesores de la plantilla del instituto deja el aula luego de dar a su clase las indicaciones para el trabajo próximo. Su delgada fisonomía y su estatura, sumado a su natural elegancia causa ese curioso efecto sobre las jóvenes estudiantes que suspiran o murmuran a su paso por los pasillos del recinto.
Unos pasos resuenan a su espalda y Naoya solo sonríe divertido al conocer el motivo de la carrera.

- ¡espera Naoya! – grita un furioso muchacho pelinegro que a toda velocidad le toma delantera para cerrarle el paso visiblemente agitado. El ahora profesor contiene ese impulso por reír divertido al ver a su pupilo recuperar el aliento, endereza su postura para golpearle la cabeza sin delicadeza - ¡¿Qué haces?! – vuelve a vociferar a tiempo que acaricia la zona agredida
- Eres el cabeza de la familia Haitani – reprendía Naoya retomando su camino - ¿Cuándo vas a entender eso Wataru?
- ¡Cuando no me dejes atrás luego de terminar la clase! – se quejaba en medio de una mueca que el mayor intentaba ignorar. Sin importar el paso del tiempo, Naoya no podía dejar de sentirse sobre protector en algunos aspectos de Wataru
- Di “sensei”, eso es lo que soy. Entiende tu posición Wataru
- Si, si, a diario es lo que Yaegashi y tu me dicen. . .- le veía receloso

Naoya sonrió divertido, esa escena se repetía a cada día. Wataru había elegido estudiar en esa universidad para estar cerca de el. De la muerte de su abuelo y muy a pesar de Aoe, Naoya acudía siempre a los llamados de Wataru, fuera por brindarle apoyo cuando parte de la familia quiso quitar el poder del pequeño o por simple sentimiento de protección. Wataru se había quedado solo, el era su única familia.

- regresa a la casa – volvía a insistir Wataru ya dentro de la oficina de Naoya, donde acomodaba su material a modo de ignorar al muchacho que cada tarde le seguía para insistir sobre lo mismo – en casa no te faltara nada
- Wataru tu siguiente periodo comenzara pronto – evadía a un malencarado joven que se negaba a partir acomodando sus largas piernas sobre la mesita frente al pequeño sillón que adornaba la habitación
- ¿Cuánto mas vas a ignorar mi petición? – reclamo
- ¿Cuánto más seguirás siendo egoísta? – respondió calmado, tomando su lugar tras el escritorio junto al ventanal
- ¡yo no soy egoísta! – colocaba su cuerpo al frente, queriendo atraer la mirada del mayor – somos familia, tu lugar esta conmigo. . . ¡Aoe Reiji es el egoísta al retenerte a su lado! – Naoya no pudo evitar reír ante tal afirmación. Wataru parecia un niño nuevamente
- Nadie me retiene Wataru, estoy con el porque así lo deseo. Pensé que eso había quedado claro hace tiempo – Wataru le vio con enfado – tu periodo esta por comenzar – insistió nuevamente. El muchacho se puso en pie para abandonar la oficina, su enfado era notorio pero eso a Naoya poco le importaba, conocía a Wataru lo suficiente como para saber que nuevamente lo tendría sobre de él al día siguiente.
- ¡Naoya! – saludaba alegre Kiichi, que asusto al muchacho que al abrir la puerta se lo topo de frente – ah Wataru-kun ¿no empezó ya tu siguiente periodo? – señalaba con su característico tono malicioso logrando que el menor abandonara con mas enfado la oficina
- Sensei – sonreía cómplice Naoya al mayor que entraba para ponerse cómodo sobre el sillón
- ¿A dónde iremos a comer? – pregunto risueño.

Esto también se repetía casi todos los días. A raíz de que Naoya fuera invitado a dar cátedras en la universidad, a Kiichi se le hizo fácil entrar a dar asesorias dentro de la institución, de ahí que cada tarde cuyo horario coincidía, el mayor de la familia Aoe se hacia presente en aquella oficina para persuadir a su pequeño cuñado de salir a comer.
- sensei, Aoe san quiere. . . – intentaba explicarse Naoya
- muy bien, comeremos juntos entonces – se invitaba solo, como acostumbraba, generando esa habitual sonrisa nerviosa en Naoya

Para cuando Reiji llego a recoger a su pareja se topo con la sorpresa de que no comerían solos.
Los tres abordaron el automóvil de Reiji y por sugerencia de Kiichi decidieron comer como una familia en la casa principal. Como se esperaba, Haruomi ya les aguardaba con la comida lista.
Terminada la comida Kiichi decidió invitarse a pasar la tarde con Naoya con el pretexto de no dejarle aburrirse. Reiji realmente quería golpearlo, reclamando la falta de carácter de Haruomi que a pesar el tiempo aun no lograba hacer entrar en razón a ese demonio. Subieron al auto a pesar del malhumor de Reiji, salían de la casa y tomaban camino al departamento cuando el móvil del conductor sonó.

- Jefe, por favor perdóneme pero ¿podría venir a la oficina cuanto antes? – la voz detrás del teléfono sonaba realmente agitada.
- ¿Qué sucede Kashima? – Reiji respondió con calma. Sabia que Kashima no le molestaría si no se tratara de algo realmente importante.
- Señor solo. . .venga rápido, esto no puedo manejarlo yo solo.

Aoe suspiro molesto mientras evitaba ver a Naoya. El de cabello claro le veía insistente, sabia que algo sucedía, sabia que Reiji no aceleraría el vehiculo de ese modo de no ser por una emergencia, mientras que Kiichi solo veía cómplice a Reiji a través del retrovisor, entendiendo que algo no estaba bien.
Llegaron al edificio, el presidente de la firma Blue Boys caminaba rápidamente seguido por un preocupado académico.
Al subir, Reiji vio a un pensativo Kashima que le aguardaba fuera de la oficina.

- Naoya. .. – hablo serio al tiempo que se hacia de un cigarrillo – espérame abajo – ordeno, los ojos de su acompañante se abrieron al máximo. Reiji temía que algo no estuviera bien, que al pasar por esa puerta se vería forzado una vez más a desempeñar ese papel de mal nacido.
- Pero. . . Aoe-san – sonó claramente preocupado, sujetándole del brazo temiendo lo mismo que el mayor que solo se giraba para verle con rudeza, típica señal de que debía obedecerle. Kiichi le sujeto, separándolo con suavidad de su hermano.
- No – interrumpió Kashima – no es tan grave el asunto – intentaba explicarse en un tono que no podían decir si resultaba contrariado o apenado. Reiji le hizo a un lado de la puerta para entrar a la oficina y toparse con ese muchachito que con rostro lloroso le veía con fiereza
- Señor – se acercaba Kashima al tiempo que le tendía una carta mal escrita al presidente, que ni bien termino de leerla claramente se le vio endurecer sus facciones
- ¿Qué hace este muchacho aquí? – preguntaba mientras inspeccionaba Kiichi al muchachito que no parecía tenar mas de dieciséis años y que andaba mal vestido y sucio, le miraba con desden.
- ¡ve por ti mismo! – le azoto el papel sobre el pecho mientras se dirigía a servirse un vaso de licor a modo de aminorar su enfado. Kiichi abrió sus ojos con sorpresa para relamerse los labios mientras Naoya se acercaba al desconfiado muchacho
- ¿Cómo te llamas? – pregunto cortes
- Youta. . . ¡solo vine a dejar ese mensaje! – reclamo - ¡ya quiero marcharme!
- ¿no lo sabes? – le interrogaba Kiichi sin dejar de examinar la complexión del huraño chiquillo
- ¡Kashima! – llamo enfadado Reiji al castaño que se acercaba para escucharle - ¡quiero a ese bastardo aquí ya! – ordenaba sin dejar de ver con fastidio al muchacho
- ¿Qué sucede? – pregunto inocente Naoya a un entretenido Kiichi que tiraba de Youta como si de un muñeco se tratara
- Ah, el tío de este muchacho tenia una enorme deuda con Reiji y ha decidido dar a Youta como pago de lo que debe
- ¡¿Qué?! – Naoya se indigno al escuchar aquello, mientras que Youta arrebataba esa carta para leer con sus propios ojos que había sido victima de un engaño mas de ese sujeto.
- No, yo no. . . - quiso correr el muchacho que fue hábilmente detenido por Kiichi, que en un gesto explico que hacer eso solo enfurecería mas al presidente que ya de por si se le veía de temer. Reiji se levanto para acercarse al muchacho que le veía desafiante
- ¿Qué vas a hacer? – cuestionaba Naoya – no puedes cobrarle una deuda que no le pertenece
- No puedo dejarlo ir – sentencio Reiji, viéndole nuevamente de ese modo que le indicaba que se mantuviera al margen. Sujetó el rostro del muchacho para introducir sus dedos dentro de la boca que le mordió instintivo logrando que le empujaran rudamente al piso – no tienes experiencia entonces – afirmo Reiji mientras se limpiaba la herida – encima tendré que entrenarte
- ¡¿Qué?! – se alarmo Naoya
- Que Sakura lo entrene – sugería Kiichi refiriéndose a una nueva adquisición del club. Youta les veía incrédulo, queriendo entender lo que tramaban hacerle
- ¡es menor, no pueden hablar así de un menor! – se exalto Naoya, golpeando sin querer sobre el escritorio de Reiji quien le vio molesto
- Será mientras salda la deuda – intervino Kiichi
- ¿Qué será. . .? – pregunto finalmente Youta
- Trabajaras aquí – respondía amistosamente el medico – serás un anfitrión. Debes aprender rápidamente para que tu estadía con nosotros sea minima si eso es lo que deseas – Youta le miro inocente, con sus enormes ojos negros dejaba en claro que no entendía nada
- ¡te acostaras con sujetos que pagaran una cuota con la que vas a saldar tu deuda! – soltó molesto Reiji siendo mal visto por Naoya
- ¡no puedes! – insistió Naoya
- Bien, ¿tienes 20 millones mocoso? – cuestiono violento al asustado pelinegro – ¡si los tienes entonces no tendrás que hacer esto!
- 20 millones. . .- susurro con nerviosismo Naoya, la suma realmente era considerable
- Hasta hoy son 20 millones, para el fin de semana serán 25, para un mes la deuda se habrá triplicado – explico con frialdad Reiji – si tienes ese dinero puedes traerlo antes de las nueve de la noche y no se te cobraran los intereses de otro día.
- No tengo ese dinero. . .- balbuceaba aterrado Youta
- Entonces. . .- Reiji freno ese impulso de Naoya por intervenir – si aprendes rápido y resultas ser un buen chico, habrás saldado tu deuda en poco menos de un año, si la gente no te pide entonces tardarás hasta dos años
- ¡yo pagare la deuda! – aseguro Naoya, sintiéndose asqueado al ver esa escena
- No voy a darte ese dinero – sonó tajante Reiji – y tu no tienes esa cantidad
- Naoya entiende que no podemos hacer nada – explicaba Kiichi – aunque podrías dejarlo a mi servicio – intento sobornar a su hermano que le mato las ilusiones con solo una mirada
- Si yo dejo ir a este mocoso ¿Cuántos mas no enviaran a sus parientes menos queridos con la finalidad de quedar libres?- Youta le vio lloroso, el muchachito lograba entender eso. Sabía que ese hombre no le quería, que realmente no podía asegurar que fuesen familia y que este duro sujeto frente a él estaba en su derecho de no ser burlado.
- ¿no puedo hacer otra cosa? – pregunto en un hilo de voz, queriendo no sonar asustado pero eso saltaba a la vista
- No, si es que quieres salir de este mundo rápido – Reiji podía parecer malvado, pero era la única forma de tenerlo fuera en el menor tiempo. Se veía a distancia que ese crío no estaba hecho para esa vida
- Yo pagare – volvió a asegurar Naoya ante la incrédula mirada de Reiji. Tomando a Youta para encaminarlo a la puerta – tendrás el dinero antes de las nueve – afirmo

Reiji le vio molesto sin impedir su partida. Kiichi se sorprendió ante la reacción, sonriendo luego al entender que quizás Naoya sentía empatia por el muchacho debido a la ligera semejanza entre sus vidas.
Naoya detuvo un taxi fuera del edificio, pidió ser llevado a la residencia Haitani ante la desconfiada mirada de Youta. Fue eso lo que le marco la pauta de contar levemente ese pasado que hacia mucho había dejado atrás. Youta lloro sin querer ser visto terminando por confesar que hacia poco mas de un año que había perdido a su madre, su única familia, nunca conoció a su padre y el sujeto que ahora le había metido en este lío se había presentado ante la autoridad asegurando ser su tío, el único hermano de su madre. Narro las cosas que le había obligado a hacer: desde robar y mendigar hasta obligarle a dejarse tocar o practicarle la felacion a sujetos asquerosos que pagaban un par de billetes por ese momento de placer. De ahí su pánico al saber que tendría que volver a ensuciarse, volver a sentir esa sensación sobre su piel o dentro de su boca; esa sensación que luchaba noche a noche por olvidar mientras rezaba desde el fondo de su corazón por que el rostro de su madre no desapareciera de sus recuerdos que a diario se volvían cada vez mas distantes.
Finalmente llegaron a la casa, Yaegashi les recibió con sorpresa al tiempo que les conducía ante Wataru. Naoya solicito el favor al pelinegro que veía desdeñoso al harapiento muchachito que no quitaba esa mirada desconfiada.

- Te daré el dinero – dijo Wataru, dejando respirar con tranquilidad a Naoya que cambio su mirada al solo verle cruzarse de brazos para terminar de hablar – pero. . .- sonrió malicioso – deseo que pases estas vacaciones conmigo a mas de que me esperes a la salida de la clase y de vez en vez comas conmigo aquí en la casa – condiciono. Naoya detuvo el impulso de Youta por saltar encima de su benefactor
- Esta bien – suspiro resignado, era de esperarse de Wataru a quien ya se le calificaba por ser frío en los negocios y obtener lo que deseaba sin importar los medios para lograrlo. Podía decirse que el deseo de su abuelo de verle como un hábil y exitoso empresario ya se había realizado: era un digno heredero de su casa.
- ¡No esta bien! – grito Youta. Naoya intentaba calmarlo pero la tarea le resultaba difícil
- El mocoso quiere quedar en manos de Reiji – sonrío sarcástico Wataru para soltar desdeñoso – deberías apreciar el favor que te están haciendo – Youta se libero finalmente para saltar encima de Wataru logrando golpearle la mejilla para ser bruscamente atrapado por Yaegashi
- ¡Tú deberías ser el que lo aprecie! – chillaba al tiempo que peleaba por liberarse - ¡te debería dar vergüenza aprovecharte así de Naoya-san!. . . ¡te dices su amigo, no, te dices su familia y mira lo que haces! ¡de no ser por esta situación no tendrías esa ventaja sobre el!
- Youta-kun – le calmaba Naoya viendo como el rostro de Wataru comenzaba a endurecerse
- ¡no, no acepte el dinero! Hare lo que ese sujeto quiere – dijo lloroso – trabajare para el. No voy a dejar que por mi abusen de la única persona que realmente quiso ayudarme sin pedirme nada. . .todos abusan, nadie da nada a cambio de nada – se explicaba – no existen amigos o familia, esas cosas no existen en realidad. Y no quiero que se vea obligado a hacer cosas que no desea hacer – Wataru arranco al muchacho del agarre de Yaegashi para golpearle con todas sus fuerzas, dejándolo caer con la boca desecha ante la suplica de Naoya que intentaba detener la escandalosa hemorragia de la zona
- ¡dije que lo haría! – reclamo Naoya viendo fríamente al pelinegro que se giraba a modo de evitar verle a la cara
- No va a disculparse – murmuraba Youta – este sujeto no sabe decir “lo siento”. . .esta acostumbrado a que las personas se disculpen por el – Naoya no quiso corregirlo, ni siquiera callarlo. Mucho de lo que ese muchacho había dicho era cierto, el no quería creer que el Wataru que conocía se hubiese vuelto uno mas de esos seres. Le ayudo a levantarse y no le detuvo su andar hacia la salida
- ¿prefieres prostituirte? – interrogo sarcástico Wataru - ¿vas a estar tranquilo con eso Naoya? – Youta sonrío a un apenado Naoya que entendió que el chiquillo así lo aceptaba. Su paso que momentáneamente fue detenido por esas palabras siguió – espera – les detuvo nuevamente. Wataru se giro para verles – voy a pagar esa deuda
- No tienes por que hacerlo – respondió serio Naoya – lamento haberte molestado con tonterías
- Lo siento. .. – dijo Wataru, sorprendiendo a Naoya que se giro incrédulo para verle de pie, con sus ojos puestos en ellos mientras se les acercaba- lamento haber pedido esas cosas, no estas obligado a cumplir nada. Te daré ese dinero, somos familia – restregó lo ultimo sobre el rostro de Youta – sin embargo, no puedo decir eso de este mocoso. . .
- . .. – Naoya le vio molesto
- No estaría bien darle ese dinero sin que se lo gane – se explico – Aoe pensaba ponerlo a trabajar en su negocio para pagarle, yo haré lo mismo

Wataru se acerco al escritorio donde giro un cheque con la cantidad solicitada a nombre de Naoya a quien se lo entrego para luego dar las instrucciones a su secretario de acomodar al muchachito en una de las habitaciones de servicio pues a partir de ese momento formaría parte del personal de la casa. Fue así como Naoya le dejo bajo el cuidado de Wataru.
Muy a su pesar Youta fue aseado y arreglado. Para la cena el chiquillo ya lucia un corte que daba forma a su mediana y alborotada melena, su piel se dejo ver pálida y tersa mientras su delgada complexión fue envuelta en un conjunto formal, el uniforme del servicio de la casa Haitani. Yaegashi le condujo al comedor, donde seria presentado en forma ante el joven amo que daría el visto bueno en relación a la imagen del muchachito.
Wataru meditaba en silencio mientras cenaba, realmente el carácter de Youta le había sorprendido, era la primera vez que alguien a parte de Naoya se atrevía a levantarle la voz o a marcarle sus errores de una forma tan directa. El porque había decidido dejarlo no lo entendía, quizás era su orgullo que le exigía obligar al chiquillo a tragarse sus palabras. Vio el reloj y supo que Yaegashi no tardaría en llevarlo luego de haber quitado toda esa mugre y harapos de su cuerpo y, sinceramente, no esperaba mucho de Youta.
Yaegashi entro al comedor y Wataru no presto atención, se limitaría a decir “esta bien, puede quedarse” eso seria todo: mantenerlo un tiempo y luego botarlo o ubicarlo en otro sitio. El secretario solicito que diera su aprobación y Wataru se digno a levantar su mirada. Youta evadía su mirada, juntaba con nerviosismo sus manos mientras intentaba frenar ese roce de sus labios que le ponían mas incomodo debido a la curación recién hecha sobre la herida.

- es algo increíble. .. – murmuro Yaegashi, manifestando su sorpresa de ver que Youta distaba de ser un muchachito del montón
- . . .- Wataru le observo detenidamente: su rostro definido y esos enormes y oscuros ojos que se movían nerviosos, piel pálida que resultaba demasiado escandalosa al más leve enrojecimiento como ahora, que sus mejillas se tornaban delicadamente enrojecidas. Su cuello largo y esa complexión ligeramente marcada que le dejaba verse estrujable. Wataru trago pesadamente, no esperaba que Youta fuera así de atractivo, cómo iba a imaginarlo – que se quede – dijo con asombro, sin quitar esa incomoda mirada de aquel cuerpo. Deteniendo su partida al preguntar - ¿has comido algo?
- . . . – Youta le vio receloso, desconfiado, sin saber que responder.
- ¿comiste? – sonó malhumorado Yaegashi – el joven amo te habla y cuando habla debes responder: “si joven amo” o “no joven amo”
- Si digo no. ¿podré comer? – cuestiono serio al hombre de edad que le veía con fastidio mientras que aquello resultaba entretenido para el señor de la casa – y si como ¿Qué tengo que hacer a cambio? El no da las cosas sin pedir nada – señalaba
- No señales – regaño Yaegashi – no te atrevas a señalar al joven amo otra vez y no hables así de el. Limítate a decir “si” o “no”
- Que le den de cenar y no – sonreía Wataru a un desconfiado pelinegro – no tienes que hacer nada mas que tu labor y podrás comer como el resto de los que trabajan aquí
- ¿Qué tanto trabajare aquí? – interrogo desafiante ante la iracunda mirada del secretario
- Depende de que tanto te esfuerces – respondió con desinterés Wataru – no estaré vigilándote y realmente no me interesa mucho tu desempeño. Si terminas en un mes, un año o un siglo no me importa

Youta fue retirado rápidamente, Yaegashi le dio instrucciones mientras cenaban, volviéndolo a reprender por su comportamiento inapropiado ante el dueño de la casa. Su primera noche la paso nervioso, en mucho tiempo no había dormido sobre una cama y menos una tan cómoda a mas de que desconfiaba de que alguien entrase a su habitación como antes le había ocurrido. Siempre le atrapaban inconciente para obligarle a hacer esas cosas que detestaba.
Poco a poco el muchacho se acostumbro, tomando ritmo a las labores que la enorme casa demandaba. Siempre lucia serio, siempre con esa mirada de desconfianza que hacia reír a mas de una de las sirvientas

- Youta, deberías sonreír, te verías mas lindo – criticaba risueña una de las muchachas que se encontraba con el y otras dos igual de divertidas limpiando una de las habitaciones comunes de la casa
- ¿Por qué lo haría? – respondía distante, haciendo reír aun mas a las muchachas
- Deberías relajarte un poco, así te acostumbraras a esto – critico otra
- No quiero acostumbrarme – aclaro Youta – si me acostumbro a este lugar me dolerá cuando me boten

Las muchachas se veían cómplices, saltando sobre el muchacho que fue atacado con el afán de hacerle reír. Wataru entraba a la habitación cuando les vio jugando de ese modo, sorprendiéndose al ver una enorme sonrisa dibujada en el rostro del huraño sirviente.
Esas escenas se venían repitiendo de un par de días a la fecha, la popularidad de Youta con las muchachas de la servidumbre era algo que ya comenzaba a fastidiar a Wataru.

- a partir de hoy te encargaras de mis cosas – sentencio Wataru a un serio Youta
- ¿Por qué yo? Aun no se hacer muchas cosas – se quejo
- ¿Cómo te han enseñado a responder? – reprendió a un enfadado muchacho que masculló inconforme
- Si joven amo. . .

Mientras tanto Naoya meditaba dentro de la recamara, sabia que Youta se encontraba bien gracias a que Wataru le informaba o iba a verle a la casa Haitani. Pensaba en la reacción de Reiji a quien no había visto mucho. A raíz del suceso se había creado una brecha entre ellos, una distancia que dolía.
Naoya lloraba sin notar como Reiji entraba a la habitación para recostarse a su lado

- ¿ya me haz perdonado? – le murmuro al tiempo que giraba el triste semblante para que le viera
- No tengo nada que perdonarte Aoe san – lloriqueo al tiempo que le abrazaba con fuerza. Ahora entendía que la distancia se debía a un malentendido, ninguno se odiaba, ninguno sentía rechazo por el otro
- Tonto – rió aliviado Reiji – si tanto quieres hacerte de una mascota veremos. .
- No – le interrumpió deshaciendo el abrazo para verle a la cara – entiendo tu reacción, yo no debí intervenir pero. . .- sus ojos nuevamente se llenaban del cristalino liquido.

Aoe solo le beso, queriendo borrar ese dolor de su memoria, esos recuerdos que le habían vuelto de golpe al ver a una persona con una vida parecida a su pasado.

- ya no estas solo – le susurraba tierno, arropándolo con fuerza sin detener las caricias sobre el tembloroso cuerpo de Naoya, hacia mucho tiempo que no le sentía así
- lo se, pero los ojos de ese muchacho estaban tan vacíos. . . ¿mis ojos lucían así? – le preguntaba
- un tiempo si – fue sincero – pero lograste superarlo y ahora nos tenemos el uno al otro – sonrió
- lo supere porque tu estabas conmigo – Naoya iniciaba un beso que se tornaba profundo y que haría que Reiji perdiera la poca cordura que le quedaba luego de haberse obligado a la abstinencia para no perturbarlo.

El beso paso de ser uno a varios y el abrigo de Aoe hacia rato que se encontraba sobre el piso en compañía de su saco y lo demás, dejándolo con el torso desnudo mientras jalaba de las ropas de un agitado rubio que cedía ante sus caricias mientras jadeaba su nombre en ese tono de voz que le embriagaba, el mismo tono que recordaba desde la primera vez que lo hizo suyo.
Naoya respiraba excitado mientras veía como era despojado de su última prenda. Reiji tenia esa mirada lujuriosa nuevamente, esa mirada que hacia estremecer su cuerpo. El mayor lamió su pecho, acariciando su erección con cadencia mientras le admiraba. El rubio decidió hacer algo que pocas veces se atrevía, tiro del rostro de Reiji para besarle apasionado, valiéndose de ese descuido del mayor para invertir los papeles dejando a Aoe tumbado sobre el colchón con una mirada maliciosa. Lentamente Naoya le arrebato las ropas, lamiendo el abdomen de Aoe mientras se deshacía de los pantalones y el interior. Reiji se dejaba acariciar, disfrutaba de esas atenciones que pocas veces se atrevía a brindarle su pareja y no por no desearlo, sino por que el orgullo de Aoe podía más y siempre terminaba por dominar al rubio.
Un gesto se dibujo en su rostro, era Naoya que lamia su erguido miembro y generaba en el esas sensaciones. El menor engullía con delicadeza esa sensible parte, saboreando y dejándose embriagar por el aroma de Reiji que le acariciaba los cabellos al tiempo que reprimía sus gemidos. Una queja se dejo escuchar al verle abandonar su labor, Naoya le beso excitado, ya no podía esperar mas tiempo. Separo sus piernas haciéndose espacio sobre el ansioso cuerpo de Reiji que le ayudo a enfilarse para luego sentir como le invadía. Naoya jadeo al sentir totalmente dentro a su pareja, quien le veía satisfecho, deseoso. Beso con rudeza esos labios para comenzar las embestidas sobre el delgado cuerpo que se aferraba a su espalda. Aoe lamia cada parte de piel a su alcance, disfrutando al estrujar los glúteos de Naoya, al escucharle jadear excitado su nombre o decirle que lo amaba.
Al cabo de unos minutos era Naoya quien se encontraba sobre las sabanas siendo devorado por un hambriento Reiji que no daba tregua a su cuerpo. Le tenía rojo y perlado por el sudor bajo su marcada anatomía y eso era el suficiente detonante para enloquecerlo.
Naoya tiro de su cuello para besarle necesitado, sujetándole con fuerza entre sus extremidades, susurrando sobre su oído por un poco mas, por dejarle correrse envuelto en esa sensación tan placentera. Un ligero estremecimiento en el rubio dio señal de su clímax, Aoe sonrió satisfecho mientras dejaba que la fiebre le llegara a la cabeza y nublara sus sentidos.
Esa noche, de entre las últimas vividas, ambos volvieron a dormir tranquilos.
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BLUE LOVE

Titulo: BLUE LOVE
Autor: FIXGROOM
Razón: FIC ESCRITO PARA EL CONCURSO DEL ANIVERSARIO 6 DE BLUEYE
Personajes.
Principales: WATARU & YOUTA
Secundarios: AOE REIJI, NAOYA, HARUOMI, KIICHI, YAEGASHI, KASHIMA.
Pareja principal: WATARU & YOUTA
Parejas secundarias: AOE REIJI & NAOYA, HARUOMI & KIICHI
Genero: YAOI
Clasificación: NC-17
Advertencias: CONTIENE LEMON. . NO APTO PARA MENORES
Estado: TERMINADO
Comentarios adicionales:
Para este Fic se creo un nuevo personaje que no aparece dentro de la historia original. Youta es un personaje creado para esta propuesta de continuación de la historia original.
Disclaimer: Love Mode pertenece a Yuki Shimizu, publicada por Be-Boy Cómics
Resumen: HAN PASADO 9 AÑOS. REIJI SE VUELVE A TOPAR CON UNA SITUACION QUE LE RECUERDA PARTE DE SU PASADO. UN “MOCOSO” IRRUMPE EN SU VIDA PERO ESTA VEZ NO ESTA DISPUESTO A QUEDARSE CON EL, NAOYA INTERVIENE Y ES CUANDO YOUTA ES TRASLADADO DE LAS MANOS DE REIJI A LAS DE WATARU, QUIEN HARA TODO POR COMPLACER A NAOYA. . . ¿SERA QUE WATARU ESTA ENAMORADO DE NAOYA O ES SIMPLE CARIÑO HACIA UN HERMANO? ¿QUE SERA DEL SOLITARIO YOUTA, PODRA ENCONTRAR A SU PERSONA ESPECIAL?

CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
EPILOGO
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